13 dic 2018

Solo la lucha nos hace libres



El sábado 8 de diciembre fue realizado el 2° Encuentro de talleres autogestionados de deportes de combate. La instancia, organizada por el Club de deportes de combate José Muñoz Alcoholado, la Escuelita Aracely Romo, el Taller de boxeo Aukantun, el Taller de defensa personal la Juanita y Kung fu La Cerro en toma, tuvo lugar en el Espacio Liberado El Jardín (Cerro Navia). Compartimos un manifiesto emanado de los colectivos antes citados y que circuló de forma previa al encuentro:

Las artes marciales son la expresión viva de una doble resistencia, una resistencia cultural y fáctica de muchas comunidades con otras lógicas sociales, valores, formas de ver la vida y la naturaleza. Si viven hasta el día de hoy es porque trascendieron de alguna forma. La defensa personal es la expresión actual de ello, donde la tradición marcial y la ciencia se funden en sistemas de combate funcionales, que no necesariamente responden a la visión y objetivos desde sus fundamentos.

El capitalismo mercantilizó, usurpó y tecnificó hace mucho tiempo las artes marciales y la defensa personal. No es coincidencia que las fuerzas armadas la practiquen cotidianamente para reprimir, o dicho de otra forma, defender sus privilegios. A esto se suma nuestro hábito de delegar la seguridad y la protección al Estado, perdiendo así una herramienta indispensable en la formación de nuestra identidad, como también la preservación de ésta contra cualquier obstáculo. 

En la sociedad capitalista globalizada la violencia es constante: desigualdad, injusticia y abuso de poder. La violencia no nos gusta y más temprano que tarde seremos, si es que ya no lo somos, una molestia para quienes nos dominan, por tanto debemos saber defendernos. Pero cabe preguntarse, ¿somos capaces de hacerlo? ¿Qué es lo que realmente defendemos?

La autodefensa nos da la posibilidad de frenar y hacer retroceder el avance del capitalismo. La autodefensa abre una posibilidad, eso lo sabemos, pero también debe ser parte activa de nuestra praxis cotidiana en la construcción de comunidad.

Para entrenar y tener acceso al conocimiento formal se debe practicar en una academia, que en su mayoría sino es que en todas, exigen cuotas con valores inaccesibles para muchos. Asimismo, su carácter competitivo exacerba la individualidad y el egoísmo. Por otro lado, las mujeres practican aparte de hombres, quienes suelen recibir un trato preferencial, por mencionar tan solo algunas prácticas patriarcales. Por último, el conocimiento se entrega de manera unidireccional aprendiendo y replicando también todos los vicios de los “maestros’’, tan vulnerables y propensos a equivocarse como cualquiera de nosotros.

Lo anterior nos despoja de la confianza y seguridad que deberíamos tener en nuestro cuerpo y con nuestros pares, algo inherente a nuestra existencia y sobrevivencia. Todos tenemos la capacidad —necesidad y responsabilidad deberíamos agregar— de autodefendernos, sin que existan limitaciones físicas, de edad, de sexo o genero para aprender a hacerlo.

Por tanto es un compromiso colectivo el aprender, socializar y difundir toda disciplina de autodefensa para hacerla propia. En estos días de nada sirve una práctica individual que nos haga más y más fuertes, pues la condición física decae y tarde o temprano perecemos. En última instancia, si no somos capaces de enseñar lo aprendido, de entregar el conocimiento al servicio de nuestro pueblo, las artes marciales sucumbirán, tal como ocurrió con muchas culturas al día de hoy extintas, que no pudieron transmitir tales conocimientos de generación en generación.

Semejante responsabilidad no más grande que los valores que sustentan el camino hacia la libertad: fraternidad, sencillez, confianza, respeto, voluntad y compromiso, por mencionar tan solo algunos, que son  y serán indispensables para generar cambios profundos a nivel individual y colectivo, y que en definitiva, contribuirán para la realización de para un nuevo mundo.

¡Por la defensa colectiva de nuestras prácticas sociales!
¡Por la organización del deporte como salud y comunidad!
¡Solo la lucha nos hará libres!

2 oct 2018

Mariola Quirland: “Yo estoy acá para propiciar la creación”

Mariola Quirland Medina vive en La Reina. Ha egresado recientemente de la carrera de Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad de Chile y desde hace tres años es modelo, tanto en dicha casa de estudios como en otros talleres y espacios particulares. Nos reunimos con ella para saber de su experiencia como artista y modelo, aprovechando además de consultarle por su concepción de cuerpo desde su doble oficio.

CUERPO DE MUJER (2014), Mariola Quirland
Serigrafía al agua sobre cartón forrado. 35 x 27,5 cm

¿Cómo ha sido tu experiencia de vida con el cuerpo, de forma previa al ingreso a la academia o por fuera de la producción artística?

Mira, el cuerpo es un tema muy amplio, desde lo súper concreto que es lo que significa el cuerpo desnudo, tanto en la niñez como en la adolescencia, en la adultez, hasta lo que significa el cuerpo como soma, como somatismo de la psique. Las experiencias que vivimos, si nos caímos… Es difícil saber dónde empezar con el cuerpo. Por lo menos yo, cuando era niña, era súper pudorosa. En la pre-adolescencia, cuando me empecé a desarrollar, me produjo mucho pudor mi cuerpo. De hecho, hubo una época, entre los 12 y 14 años debe haber sido, que me cambiaba la ropa con toalla puesta.

El cuerpo es algo que tiene connotación sexual o negativa. De ahí a trabajar como modelo de figura hay un proceso bien largo, deconstructivo finalmente. Yo considero que el cuerpo es una herramienta para transparentar lo que no vemos: emociones, ideas, psique. El canal para hacer cualquier cosa es el cuerpo. Desde el habla al cómo uno se mueve, sí tartamudeas… ahí está el cuerpo.

Coméntanos: ¿En qué medio o medios te especializaste o te dedicas más comúnmente? ¿Cómo abordas el cuerpo ahí?

Tanto en grabado como he dibujo he tratado mucho el cuerpo. Mi tesis tiene que ver con dos ideas importantes, mi cuerpo de niña versus mi cuerpo de mujer. Cuando yo estaba en grabado, abordaba el taller de manera súper técnica. A través de eso fueron apareciendo temas recurrentes. Yo era una niña que tenía muchas pesadillas. Cuando tenía una, me movía, me contorsionaba, vomitaba, era una experiencia muy atada al cuerpo. Entonces, en varias ocasiones, tanto en serigrafía, xilografía, aguafuerte y otras, hablé de cuál era mi propia experiencia con las pesadillas y cómo el cuerpo las somatizaba. La conexión con el cuerpo iba acorde con el trabajo en la matriz de cada una de las técnicas.

Otro de los temas con los que trabajé mucho, pasando del imaginario la niñez a la adultez, fueron los ritos sociales, culturales, en torno al cuerpo de la mujer. En eso hablé de Eva, las vestimentas de las mujeres musulmanas, el suicidio ritual de las mujeres samurái o jigai, las mujeres cuello de jirafa de Birmania, los pies de loto de las aristócratas chinas, etcétera. En definitiva investigué sobre una serie de ritos. Allí hablaba del cuerpo femenino en distintas culturas, cómo éste se modifica frente a los ojos de otros.

Según tu experiencia en el medio de arte contemporáneo, ¿de qué modo consideras que el cuerpo es desarrollado en el arte? Del mismo modo, ¿cómo es concebido en tu familia, tus cercanos y colegas de trabajo? En definitiva, ¿cómo crees que se abarca en nuestra sociedad actual?

En el arte contemporáneo el cuerpo se trata de miles de formas a diferencia de otros momentos del arte. El cuerpo está en todas las formas de arte. El cuerpo de la mujer sigue siendo un tema único y constante: es musa, es conflicto, seducción, maldad, bondad, deidad, cuestiones todas que se retratan hasta el día de hoy. Cuando vas conociendo nuevas formas de cultura, sabes que existen nichos donde se produce arte y se cuestiona a la mujer.

Por otra parte, al instalarse tan fuerte el concepto de mujer, ya no sólo hablas desde el cisgénero, sino que tomas en cuenta el transgénero, que siempre ha existido, o del género fluido. Tengo un amigo que está en proceso de transición a ser mujer, que me ha estado enviando información de distintas culturas donde está instalada la figura de mujer trans. Por ejemplo, en México, encontramos al pueblo zapoteca, donde existe un tercer género, el de las personas “muxes”.

Respecto a mi familia, mis papás son católicos, pero no de modo tradicional. Ellos nos enseñaron todos los métodos anticonceptivos, nunca han tenido miedo de hablar de sexo, son sumamente críticos. Yo y mis hermanos también somos críticos, simpatizamos con la izquierda, aunque no de forma partidista. Nuestros padres vivieron procesos políticos distintos y los problemas que les aquejan son otros. Entonces, cuando hablo con ellos sobre aborto o feminismo se vuelve complejo, pero no porque no quieran escuchar, sino porque tienen otra experiencia de lo que significa el mundo. En ningún caso los verías en marchas pro vida. Ellos han cambiado mucho durante los años, sobre todo porque sus cuatro hijos tienen amigos que provienen de la marginalidad, de diversas situaciones económicas, de distinto tipo de identidad y orientación sexual. Claramente no entienden todo. Siguen considerando el aborto como asesinato, y no entienden que alguien no quiera ser padre. Pero ellos han podido elegir su vida, es decir han tenido algo que la mayoría de la gente no tiene, opciones.

En cuanto a mis amigos, el noventa por ciento de ellos está en el mundo del arte. Si no son artistas visuales son actores, diseñadores teatrales, músicos, humanistas, etcétera. En general pensamos bastante parecido, aunque con detalles. Creo que toda ideología tiene sus rincones. Pero en general no es difícil de comunicar la idea de mujer en ese contexto. Yo he cambiado de pensar con mis amigos también. 

En la Facultad de Arte de la Universidad de Chile, la marginalidad y el elitismo conviven de una forma muy extraña. Yo sé que en otras facultades nunca vas a ver dos personas desnudas haciendo una performance, pero sí en este espacio. Tú ves además profesores machistas, acosadores, pero también conoces profes súper buenos, comprometidos con lo que tú haces y con la enseñanza. Increíblemente, no necesariamente la persona en que tú encuentras tus ideales es el mejor formador. Por ejemplo, mi profesor de tesis era de derecha, y es lejos uno de los mejores docentes con los que conviví en la universidad, de los que más se involucraba de enseñanza de los estudiantes. No necesariamente lo que se muestra hacia afuera es lo real. Acá sabemos que tenemos profesores que son parte de la historia del arte chileno, que de hecho los estudiamos acá mismo, pero que dejan harto que desear como formadores. ¿Qué es lo que veo finalmente acá en la facultad? Veo desigualdad de la misma forma que la veo en Chile. Una facultad precaria donde las modelos cagadas de frío en el invierno, tenemos que ir a rogar para que nos pasen un galón de gas, para poder hacer nuestra pega. Venir a trabajar y que no lleguen los estudiantes, que de repente no lleguen los profesores. Probablemente es lo más precario que se puede dentro de un contexto intelectual.

NIÑA (2015), Mariola Quirland
Litografía sobre papel. 27 x 21 cm

Cuéntanos como fue tu cruce desde el análisis de modelo a posar como tal. Primero, nos gustaría saber qué lo motivó: cuáles fueron tus expectativas y si éstas se cumplieron. Segundo, ¿qué sientes al ser retratada por estudiantes de arte u otras prácticas? Tercero, ¿cómo la experiencia de modelado ha influido en tu concepción del cuerpo?

Este es el tema más bonito para mí de la entrevista. Ni siquiera recuerdo cómo llegó la motivación real para ser modelo. Yo creo que nació simplemente de la curiosidad. ¿Qué significaría enfrentarme a mí misma, sentarme sobre una tarima y sacarme la ropa? Entender como es el desnudarse en ciertos contextos. Es una pega bonita, enriquecedora. 

Yo empecé a modelar en un año súper complejo. Fue un año donde conocí lo que era el abuso sexual. Probablemente uno de los años más duros que he tenido. Por un lado me sentía desaparecer, me sentía vulnerable, pero donde cada vez que venía a posar, aparecía. Aunque me doliera el cuerpo y me sintiera pésimo, entrar en esa sala y desnudarme era establecer que yo no estaba despareciendo. Fue para mí un proceso sanador, transformador. Cambió mi concepción de cuerpo. Así, ahora cuando entro en un taller me transformo en un cuerpo estético, no sólo en un cuerpo desnudo.

Yo creo que dentro de esta sociedad, en la que la mayoría de las personas conciben al cuerpo en la sexualidad o en el espacio del sexo. Al modelar te das cuenta que el cuerpo es otra cosa, algo complejo, no es algo puro o impuro, es mucho más que eso. Modelar cambió mis concepciones del dibujo también, las amplió. Pasé de dibujar toda la vida a ser yo la dibujada.

Tengo que admitir que echo de menos dibujar modelos, pero me gusta ser la que compone en estos espacios. Y hay que ser súper consciente de tu cuerpo, aprender a modular ante las necesidades de tu cuerpo. Entonces si un día tienes cansadas las rodillas, trabajas desde otro núcleo. Y así vas creando escena.

Sobre lo que significa trabajar con estudiantes, o con su obra, en general es súper entretenido y estimulante. Porque te ves y no te ves. Por una parte, te identificas en los dibujos y dices, sí ese es mi pie, así se ven mis caderas, pero por otra parte, también dejas de verte, porque tú eres un instrumento estético para la creación de los demás. Muchos cuando te dibujan se retratan a sí mismos, ven en ti lo que ven de ellos. Así ves el valor de la figura humana en el arte. Más allá de lo que se espera del arte contemporáneo, el dibujo de figura humana es un privilegio y es un espacio de producción tan buena, pues la fotografía, el vídeo, los recursos mediales o una maqueta no te dan lo que te entrega un cuerpo vivo, del que puedes tomar lo que quieras para hacer tu obra visual. 

Uno aprende a sacarle provecho a los atributos de su cuerpo. Yo soy una mujer con sobrepeso, soy caderona, tengo el poto grande, las piernas grandes, tengo grasa en el cuerpo. ¿Qué pasa? Yo modulo a partir de esas cosas, que aunque en ciertos sectores me pueden dar pudor, acá les tengo que sacar provecho, porque yo no estoy acá para hacer una proposición estética banal, yo estoy acá para propiciar la creación.

Si tengo que torcer mi cuerpo para que se note más el rollo, lo hago. Si necesito encoger, estirar o torcer el cuerpo para exagerar, lo voy a hacer. Porque lo grotesco es bello también. El cuerpo es algo tan difícil, compleja y distinta de persona a persona, que el saber aprovechar tu cuerpo, con todas las cosas que tiene, es un gran punto a favor al minuto de crear.

Entremos un poco más en detalles: ¿En qué otros espacios te desenvuelves como modelo? ¿Cuál es el diálogo con quienes te solicitan dicha labor? ¿Cómo preparas tu cuerpo para dicha labor? ¿Qué comentarios has recibido de quienes te retratan? 

Tienes un abanico de cosas maravillosas y cosas muy, muy malas. Hablemos de la instancia cronológicamente. Yo empecé a modelar en la facultad de Arte de la Universidad de Chile en un espacio súper seguro, con Verónica Rojas, una profesora con quien llevaba muchos años trabajando. Aunque sea cómico, los primeros estudiantes para los que tuve posar eran mis compañeros antes.

Luego la instancia se amplió. Me tocó trabajar con otros profesores, reemplazar otras modelos. Comenzaron a surgir ciertas incomodidades. Después de un tiempo lo empiezas a notar. Por ejemplo, que las personas entren y salgan del taller. Obviamente, uno entiende que sean estudiantes de arte, pero es distintos que las personas que lo hagan sean funcionarios o externos. Yo creo que a la gente le cuesta entender que una no es un mueble, que se cansa o que necesita estirarse. Entonces, me ha tocado toparme tanto con estudiantes como profesores poco empáticos. Hay cosas que por gravedad van bajando después de una hora. Si te acalambras, necesitas elongar para recuperar la misma posición. Cuando vuelves del recreo, es imposible ser exacto en la pose, con cada calor o frío, tu cuerpo cambia. Además, tu memoria no es exacta. Pido que me corrijan, pero a veces hay gente que se molesta y me impresiona que lo hagan, porque creo que no entienden que están trabajando con un ser humano.

Aparte, muchas veces cuando tú llegas a un espacio nuevo, nadie te dice nada, sobre todo cuando haces reemplazo. Por lo general tú conversas con la modelo que reemplazas, de si requieren poses cortas o largas por ejemplo, pero en general el profesor no suele comunicarse mucho contigo. Otra situación adversa es la climatización y el orden de las salas. Tú llegas y te encuentras con colchonetas sucias, llenas de tierra. A mí me han picado bichos. Una vez tuve una reacción alérgica en plena clase, se me enronchó todo el pecho y el brazo. A veces los profesores se ponen creativos e incluyen elementos en la composición. Una vez, propusieron como fondo una tabla. En el descanso, yo estaba apoyada sobre ésta y de repente una chica me dice, sabes que hay una araña ahí. Va y la mata, y me empiezo a fijar que la madera estaba llena de arañas. Son situaciones que impactan, porque te das cuenta que gente no concientiza que tú estás en una situación vulnerable, desnuda.

También trabajar para particulares es otro tema. Porque cuando después uno se pregunta cuánto debería cobrar, porque es un trabajo. Aprender a modular esas cosas es complejo. También está el tema de los ambientes, con algunos que te gustan más que otros. Todas las clases tienen perfiles. Hay clases en las que tú debes ir a cambiarte a un camerino, volver con una bata y desvestirte en la tarima, mientras que hay otros espacios que son de mayor confianza en donde tú te puedes desvestir frente al otro, porque es parte de la experiencia visual. Me ha tocado vivir situaciones súper incómodas. En un taller particular en el que trabajé, un asistente que debe haber tenido unos cuarenta años, se puso a grabar en la sala, y yo, tendida ahí, con mis piernas abiertas, mostrando mis tres almas. A eso se suma la cantidad de gente que ha sacado fotografías sin pedir permiso.

Pero lejos la experiencia más desagradable fue en la Universidad Diego Portales. Si acá vemos poca participación en general, ahí la cuestión es alarmante. Por ejemplo, tienes un semestre con una clase de pintura a la semana y hay estudiantes que van tres veces en el semestre, otros que se van y dejan la puerta abierta. Se generan corrientes y una ahí, muerta de frío. Luego te das cuenta que los a los Departamentos o a la administración no les importa. Cuando yo llegué a trabajar, no tenía idea cuánto me iban a pagar. Estuve un mes hinchando por el tema de las platas, y finalmente lo que me dijeron fue que ellos hacen el presupuesto anual el último semestre de cada año. Entonces, habían presupuestado un modelo para el año, y éramos cinco trabajando, de modo que el sueldo destinado a uno se tuvo que repartir entre todos los que estábamos trabajando. 

Tú te das cuenta de que la gente no te respeta, que tú eres propiedad de la universidad o algo así. Es complejo aprender a trabajar con esos límites. Yo puedo entender a personas que estando fuera de la esfera del arte pregunten si a una modelo le pagan, pero si un estudiante de arte lo hace, me preocupa, ¿cómo no van a entender que es un oficio? Es como no entender que la prostitución es un oficio. Una vez, una estudiante de la Diego Portales me preguntó si yo alguna vez había tenido un trío, a pito de nada. Yo tuve que hablar con ella, para saber si me lo había preguntado porque trabajaba desnuda, y así era.

Hay cosas bacanes sí. Me refiero a trabajar en el mismo espacio dónde tú estudiaste, compartir con los profesores, con estudiantes que les encanta aprender y participar. En resumen, es una pega en la que tú tienes que querer harto los espacios donde trabajas, porque la paga es mala y las condiciones básicas, de repente no están. Pero cuando trabajas con la gente correcta, es maravillosa.

No hago grandes preparaciones. Para ser modelo no necesitas preparaciones físicas, aparte de control y respiración o entender lo que tú puedes hacer o no. Yo por ejemplo estoy consciente de que tengo una zona pélvica muy fuerte, y que de ahí puedo modular muchas cosas, porque tengo caderas grandes y puedo generar un montón de posiciones. Pero por el contrario, tengo rodillas súper débiles. Entonces si hago posturas de pie o arrodillada, sé que duraré menos. Lo otro, por lo menos para mí, dado que todos los modelos tienen técnicas distintas, es que para poder mantener una posición, me concentro en la respiración, cuento y establezco un ritmo. Yo antes de empezar a trabajar como modelo, practiqué y conocí mi cuerpo. Me desnudé en mi pieza, supe lo que podía hacer y lo que no, buscando técnicas que me ayudaran a mantener las poses. Por ejemplo, es imposible que posando una hora no se te acalambren los músculos. Entonces uno aprende a contraer los músculos sin que se note, así como tomar constantes para concentrarte, ciertos puntos en la pared, pensar en algo como una canción, manteniendo así el equilibrio. Pero más que nada es autoconocimiento de tu cuerpo.

¿Hay diferencia entre el modelaje de hombres y mujeres? No he compartido lo suficiente con hombres para decirlo. Eso sí, conozco pocos hombres que sean tan flexibles corporalmente y sé que cómo mujer tenemos una relación distinta con nuestro cuerpo. Antes me encantaba dibujar modelos hombres porque eran escasos. A mí, como artista, como mujer, es más interesante retratar un cuerpo femenino, precisamente porque está más cuestionado que el masculino.

LA DESAPARECIDA (detalle), 2018. Mariola Quirland
Carboncillo sobre trupán. 150 x 110 cm

Consideramos indispensable la relación del medio productivo (sea de arte o cualquier otra) con el medio político-social, ya sea a nivel crítico prepositivo, de diálogo o cómo intervención directa. Hace algunos meses, en el marco de la denominada “marea feminista”, observamos diversos usos del cuerpo en las jornadas de movilización, lo que se desmarcó de los recorridos y agitación convencionales. Desde tu experiencia de mujer, artista y modelo, ¿cómo te posicionas ante el tratamiento del cuerpo en las movilizaciones sociales, tal como la anteriormente mencionada o en general del último tiempo en Chile?

Es un tema interesante, porque el significado de que una mujer marche con los senos al aire ha estado casi al mismo nivel del debate sobre el aborto. En general, aunque me hubiese gustado mucho participar de la movilización, yo me considero feminista, no pude hacerlo de forma activa por temas de trabajo y tiempo. Es súper interesante el fenómeno que se genera a partir del desnudo parcial en las marchas, justamente porque percibes dos cosas. Primero, hay un esfuerzo gigantesco por desmitificar la idea del desnudo femenino y qué es lo que significa. Segundo, que la mayoría de la gente no tiene la capacidad para leerlo, no tiene las herramientas para desglosar lo qué significa. A mí lo que más me impresiona es la cantidad de declaraciones diciendo algo así como “si es por eso, marchemos con la tula al aire”. ¿Sabes por qué me impresiona? Porque lo senos, primero que nada, no son un órgano sexual. Segundo, porque aunque sean una zona erógena, esto no los hace sexualizables en cualquier contexto. Tú te das cuenta de que para la gente el desnudo tiene cabida solamente en la sexualidad, en el porno, en la publicidad, pero si es para algo de motivo no sexual, causa escándalo. Yo creo que aunque las mujeres hubiesen marchado mostrando la vagina, no es homologable a hacerlo mostrando el pene, pues las connotaciones culturales son totalmente distintas. Es decir, la gran mayoría de las mujeres hemos sufrido el abuso sexual o en algunos casos violación, lo cual convierte al pene en un arma. 

Lo otro es la exaltación que produjo a las mujeres conservadoras la intervención de las yeguas con cola. La indignación fue incluso más que con la de los senos al aire. ¿Por qué? Qué una mujer marche a poto pelao y con pelo, es lo peor. Produjo rechazo, que es lo que se buscaba. ¿Por qué las yeguas? ¿Por qué el pelo en el poto? ¿Por qué mujeres desnudas les muestran la cola a los pacos? 

No sé cómo habrá sido en otras épocas, porque no las viví. Sabemos que la alfabetización a mayor cantidad de personas, pero lo hace de manera pobre si las personas no pueden desglosar lo que claramente son intervenciones artísticas. “Uh, esto es denigrante”. No hay reflexión, simplemente rechazo. Será difícil transmitir un mensaje si la gente no quiere educarse para entender que hay detrás de estas manifestaciones. Hay una creencia de que esto es sólo ruido o se hace para molestar. A mí me pareció brillante por todo el conflicto que generó. Es la diferencia entre el porno y el erotismo.

Ahora, por otra parte, tienes comentarios como los de Jocelyn-Holt. Él da vuelta el asunto. Logra hacer una reflexión, de tipo humanista, pero lo da vuelta y lo ridiculiza, insistiendo en el machismo y el estándar de la belleza, y lo que es la belleza de la mujer, que es súper importante. Es tragicómico porque algo entiende y aun así se burla, acrecentando su morbosidad. 

Me tocó discutir hace un par de días con una persona que vinculaba el movimiento feminista con el asesinato del profesor de Villa Alemana, como si tuviera alguna relación más allá del hecho de que hay una mujer en el caso. Eso es misoginia, más que cualquier otra cosa. Porque femicidios ocurren todos los días, varias veces al día, pero claro, cuando muere un hombre, queda la cagá. Se ha hecho un show mediático tremendo. El otro día viendo los matinales quedé pa’ dentro. Esto no lo ves con todas las mujeres que están muriendo. Es una sensación de impotencia súper grande, porque nadie está diciendo que no se haga justicia a este caballero, que nada malo había hecho en la vida y fue asesinado de manera cruel y macabra, pero una como mujer tiene la posibilidad de morir así todos los días y por motivaciones que están normalizadas, lo hace más terrible todavía. A mí me impacta, en el caso de Argentina, lo de Nahir Galarza, que no pasó un año y le dieron cadena perpetua. Un hombre hace lo que hizo ella y al loco le dan cinco años. Yo creo que hay una necesidad de autodefensa urgente. Está mal partido el queque.

自害 /JIGAI, 2017. Mariola Quirland
Grafito sobre papel. 27,5 x 17,5 cm

¿Consideras que existen requisitos particulares en los cuerpos de quienes desean ser modelos? Con todo el tiempo que llevas desenvolviéndote como artista y modelo, ¿qué aspectos nos aconsejas considerar a la hora de relacionarnos con el cuerpo?

No creo que haya mayores requisitos para ser modelo que el autoconocimiento. Es algo desgastante, a veces te sentirás vulnerable. Tendrás que ir a trabajar cuando estés en la más tristes de las tristes, enferma de la guata, tendrás que someterte al ambiente. Prepararte mentalmente para poner límites. Creo que lejos lo más importante es darse tiempo de practicar, saber qué factores de tu cuerpo son los que propician la posibilidad de un mejor desempeño. Las posturas que uno hace tienen que estar conectadas a algo. Nunca hacer poses con los brazos al aire porque no lo vas a lograr, por pura gravedad. Si tú lo quieres hacer, necesitarás un palo con el que te puedas sostener. La gravedad es lo más real que existe haciendo esta pega. Existe la ficción de que estas poses de reposo que te enseñan son cómodas, pero cuando las haces te das cuenta de que son completamente insostenibles, porque son poses de transición. O la idea de la espalda plana, que no existe, porque las piernas te irán tirando y curvando la espalda.

Eso es lo que he aprendido, porque todos cuando empezamos a posar la cagamos. Pasan veinte minutos y tú dices “la cagué”. En ese tiempo, y esa es una talla que tenemos con las otras modelos de acá, tú cachaste si la cagaste o no. Porque hay un límite de tiempo, donde la pose pasa de mantenerte a ti, a tú mantener la pose. No puedes estar más de cuarenta y cinco minutos seguidos porque si no te van a fallar las rodillas.

Yo creo que hay que dejar de entender el cuerpo en función de la estética normada, porque no sirve si no tiene un fin que sea el autocuidado y la salud de uno mismo. Explorar, mirarte el cuerpo desnudo. En verdad, uno de los primeros ejercicios sería tomar un espejo y mirarse desnudo. Recorrer cada rinconcito del cuerpo. Siempre que uno habla de cuerpo suena súper hippie, porque es cómo si uno lo estuviera haciendo de la pachamama, pero es real, hay una necesidad urgente de entender que el cuerpo no es un juguete, que uno le debe cariño, respeto y reconocimiento, sin prejuicios. Aparte que la idea de lo bello está súper malversada. 

Entrevista realizada por Ignacio Andrés
América Leatina desde Abajo

27 sept 2018

Franz Kafka 1883-1924

En una oportunidad le preguntaron a Gabriel García Márquez si había sido su abuela la que le hizo descubrir si iba a ser escritor. Respondió: “No, fue Kafka que, en alemán, contaba las cosas de la misma manera que mi abuela. Cuando yo leí a los diecisiete años La metamorfosis, descubrí que iba a ser escritor. Al ver que Gregorio Samsa podía despertarse una mañana convertido en un gigantesco escarabajo, me dije: “Yo no sabía que esto era posible hacerlo. Pero si es así, escribir me interesa… Comprendí que existían en la literatura otras posibilidades que las racionalistas y muy académicas que había conocido hasta entonces en los manuales del liceo. Era como despojarse de un cinturón de castidad”.

Por cierto, la abuela de García Márquez, jamás leyó a Kafka, pero, según el narrador colombiano, le “contaba las cosas más atroces sin conmoverse como si fuera una cosa que acabara de ver. Descubrí que esa manera imperturbable y esa riqueza de imágenes era lo que más contribuía a la verosimilidad de sus historias. Usando el mismo método de mi abuela (y de Kafka, habría que agregar), escribí Cien años de soledad”.

García Márquez no es el único escritor que expresa de manera tan clara lo determinante que la lectura de Kafka ha sido en su vida. Se podría llenar un voluminoso libro con opiniones semejantes. Es que la importancia del escritor checo es fundamental en la literatura de nuestro siglo.

Franz Kafka nació el 3 de julio de 1883 en Praga, en el seno de una familia judía. Los Kafka, que en checo significa corneja (1), eran originarios de Bohemia meridional, pero habían adoptado la lengua alemana al radicarse en esa ciudad Hermann, el padre de Franz. La madre de Kafka, Julie Löwy, pertenecía a una familia alemana judía culta, entre cuyos miembros se contaban sabios y artistas, médicos y abogados. En cambio, la familia paterna se había caracterizado por una incesante lucha por sobrevivir.

Franz se sentía como el desventurado heredero de los rasgos contradictorios de las dos ramas de su familia. En su Carta a mi padre, se define como “un Löwy con un cierto fondo Kafka que, precisamente, no se halla ya estimulado por esa voluntad que impulsa a los Kafka hacia la vida, la conquista, los negocios, sino por un aguijón Löwy, cuya acción, más secreta, más tímida, se ejerce en otra dirección y hasta, con frecuencia, se interrumpe por completo”.

La infancia de Franz fue solitaria, sólo a cargo de institutrices y criadas indiferentes. Sus padres estaban demasiados preocupados del negocio. La figura del padre, tan presente de una u otra manera en toda su literatura, se transformó en una suerte de déspota familiar, caprichoso y autoritario. “Adquiriste ante mis ojos ese carácter enigmático que tienen los tiranos cuyo derecho no se fundamenta en la reflexión, sino en su propia persona”, escribe Kafka. Pero a pesar de ese conflicto, no llegó a abandonar el hogar paterno, salvo casi al término de su vida cuando se instaló en Berlín hacia 1923.

En 1901 inició sus estudios en la Universidad alemana de Praga. Estudios de química (quince días), estudios germánicos (seis meses) y, finalmente, estudios de derecho, doctorándose en 1906. Al año siguiente, ingresó a trabajar en una compañía de seguros. Desde el comienzo, se sintió atormentado por la imposibilidad de conciliar su profesión con su vocación de escritor. No obstante, esa experiencia desempeña un papel de primera importancia en la visión del mundo social que entrega su obra. Al participar de una organización moderna y jerarquizada, puede observar el funcionamiento absurdo, mecánico e irresponsable de una burocracia que agobia al ser humano, hecho que se hace evidente en sus novelas El proceso El castillo. Por otra parte, le permite conocer de cerca la vida desamparada de los obreros, la miseria, tanto material como espiritual, que también está presente en su literatura, en La metamorfosis, en América, por ejemplo.

Hacia mediados de agosto de 1912, en casa de su íntimo amigo Max Brod, Franz Kafka conoció a Felipe Bauer (“F.B”), llamada “la berlinesa” por sus amigos. Con ella establecerá una conflictiva relación por más de cinco años que lo marca profundamente. Por un lado, siente un ardiente deseo de casarse; por otro, la posibilidad le provoca lo que él mismo llama “el mayor espanto de su vida”. En su cuento “La condena”, escrito durante la noche del 22 al 23 de septiembre del mismo año, parece presentir el fracaso de esa relación. Pero Felice será un fantasma casi permanente en su vida.

En 1913, Kafka publica sus primeros libros, Contemplación y El fogonero. Este último se transformará en el primer capítulo de su novela inconclusa —como todas las demás— América. Se lo lee a su padre, “que me escucha con la más extremada repugnancia”. Después siguieron La metamorfosis, La condenaEn la colonia penalUn médico rural Un artista del hambre. Fue todo lo que publicó en vida.

A comienzos de septiembre de 1917, Kafka consulta a un médico a instancias de Max Brod. Se comprueba la existencia de una enfermedad pulmonar que podría ser tuberculosis. Lo es. Durante los pocos años que le quedan de vida escribirá y padecerá. Tiene un tormentoso amor con Milena Jesenská, su traductora al checo, quien le obliga a romper el compromiso con su segunda novia, Julia Wohryzek. Proyecta ir a Palestina, pero “se trataba de una fantasía como puede tenerla un señor que está convencido de que no abandonará jamás su cama”. En julio de 1923 pasa las vacaciones en Müritz, sobre el Báltico. Allí conoce a Dora Dymant, una muchacha judía de dieciocho o vente años, quien, al convertirse en su compañera, iba a traer al último año de su vida la felicidad y la paz. Juntos se instalan en Berlín, pero la enfermedad avanza. Deben regresar a Praga.

El martes 3 de junio de 1924 murió Franz Kafka. Está enterrado en el cementerio judío de Praga. Su fiel amigo Max Brod no cumplió, para mayor gloria de la literatura, con su petición testamentaria de que quemara todos sus papeles. Quizás no lo hizo porque sabía que su amigo sufría de “esa espantosa inseguridad de mi existencia íntima”.

Por Mariano Aguirre 

Extraído de la “Ficha Bibibliográfica” presente en La metamorfosis y otros relatos, colección dirigida por Mariano Aguirre y coeditada por Pehuén Editores y Editorial Andina (1984). Las ilustraciones corresponden a Franz Kafka (goo.gl/JDe7iG). Digitalizado y preparado para el internet: Por Ignacio Andrés, 2018

Notas

1. La corneja es un ave similar al cuervo, que se encuentra en la mayor parte de Europa y norte de Asia. Adaptable, bulliciosa y extremadamente acomodaticia, la corneja es una de esas aves a las que siempre precede una injustificada mala fama, acusadas de devorar las cosechas y de predar sobre las especies cinegéticas, razón por la que han sido perseguidas durante siglos, olvidándose su beneficioso papel como controladoras de plagas agrícolas (goo.gl/x8DPc1). 

14 jun 2018

Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana

Leer un libro con un contenido que desde el primer instante devora desde la A hasta la Z, donde cada vocal y consonante se convierten en un manjar de letras que llenan el intelecto, descubriendo la historia de un pueblo hermano, y así la de otros pueblos con similares historias, es la oportunidad que ahora tenemos con el libro que ponemos en sus manos, “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana” de José Carlos Mariátegui, cuya primera edición data de 1928 en Lima, Perú, por Editorial Amauta.

Siete ensayos que nos enfrentan con nuestra historia como continente. Es decir, mirando la injusticia, la ambición, la corrupción y los distintos espectáculos circenses que dan los poderosos de siempre, que lo único que intentan es acomodar las piezas de su tablero para ver cómo se llenan sus bolsillos y de esa forma mantener su dominación.

En estos documentos, Mariátegui nos invita a mirar un pasado que vivimos en el presente, ya que nuevamente somos testigos de cómo el capital monopólico financiero internacional determina lo que es bueno o malo para nosotros, a lo largo y ancho de nuestro continente. Como en el pasado, vemos a los españoles de hoy hacer sus millonarios negocios (carreteras, venta del agua, teléfonos, electricidad, etc.), como también vemos el daño a la madre naturaleza en todo nuestro continente a causa de estos negocios.

Este es un libro que debería estar en las distintas aulas del país, en cada pupitre de nuestras escuelas, ya que en sus páginas nos entrega una parte de nuestra historia, del cómo se construyó América Latina, donde toca los temas de los incas, de los negros, incluso de los chinos, de cómo los poderosos trajeron mano de obra esclava para construir para construir su propio imperio, de cómo las fuerzas venidas de Europa se repartían el botín a través del saque y el robo, todo en nombre de una monarquía y de la madre iglesia.

Y en estos tiempos que se dicen modernos, nosotros los de abajo seguimos pensando que la repartija es injusta o, dicho de otra forma, estaría mal pelado el chancho, por lo que debemos seguir alzando la voz y continuar luchando por cambiar estas injusticias que los seños de cuello y corbata han impuesto a sangre y fuego.

Editorial Quimantú tiene el gusto de lanzar una nueva edición de su Colección Papeles para Armar, Serie Papel Lustre, convencidos de que los lectores de los siete ensayos van a nutrirse de la historia que una minoría calla, remeciendo las conciencias y, ojalá, llegar al objetivo que esta editorial se ha planteado, abrir el debate aportando los documentos que nos permita construir una nueva perspectiva en nuestro horizonte, una nuestra. 

Por último, queremos agradecer a Javier Mariátegui y a la Editorial Amauta, quienes permiten que esta edición se publique en Chile, apoyando este proyecto de cultura popular a través de ediciones a bajo costo.

Portada: Quimantú

Editorial Quimantú

11 jun 2018

Acerca de “Mestizaje e identidad”

El sábado 2 de junio tuvo lugar la jornada “Mestizaje e identidad”, primera versión de una feria literaria popular y autogestionada que reunió a editoriales, colectivos vinculados a la literatura y artistas. El lugar fue la sede de la JJ.VV. Nº 7, ubicada en la intersección entre Avenida La Bandera y Sargento Candelaria, San Ramón.

La jornada se realizó en la Población La Bandera. Fotografía: Patricio

La jornada comenzó con una tallarinata, tras lo cual El Perseguidor tocó algunas canciones de trova, tales como “La mar”, “Estampa de una aldea”, “Incendio”, “Inundación”, “El desierto árido” y “velas negras”, pertenecientes a un disco nuevo a por salir en algunos meses.

Posteriormente tuvo lugar la presentación de libros. Editorial Quimantú expuso “Plexoperú. Poesía y gráfica Perú-Chile”, libro editado el 2014 y lanzado en el Yo me libro realizado en Valparaíso, meses después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya redibujase  la frontera entre ambos países. El libro posibilita jugar con los sentidos y atravesar las diferencias que se han demarcado por años entre los países vecinos. Chimbote, Lima, Trujillo, Valparaíso, Santiago, Temuco, son los lugares de procedencia de los artistas seleccionados. Tras los comentarios de la obra fueron leídos “Ni porque predije nuestro fin”, de Elí Urbina y “La noche más callada” de Héctor Santelices.

Luego fue presentado “Territorio en disputa” de Patricio Contreras y editado en formato plaquette por Ediciones Punto G. Dicho libro fue escrito de forma paralela a “Calle abierta”, del mismo autor, y posee ideas que son fruto de sus experiencias en la biblioteca de la Población Padre Hurtado, que le significaron pensar y resignificar la niñez en la Población. En relación el plano de Puente Alto puesto como portada, Patricio también contó que este tiene relación con el Che, quien contaba con un mapa cada vez que recibía gente con interés de ser parte de la revolución. ¿Qué podría hacerse hoy en aquella comuna a partir del plano? Luego leería “Fábula horizontal”, “Padre Hurtado” y “Territorios íntimos”.

Más tarde Editorial Isi Cartonera presentó el libro “Curso intensivo de crecimiento personal”, creado a partir del taller de escritura creativa desarrollado durante 2016 en la cárcel de imputadas de San Miguel, y que continuó durante los meses de junio a diciembre del 2017. El taller, enfocado en la idea del autocuidado, tuvo como objetivo generar un espacio íntimo, liberador y de confianza, donde las mujeres partícipes compartieran a través de la reflexión, el dibujo, la creación audiovisual y el relato de sus experiencias. En la presentación fueron leídos “Libertad”, referente a los dibujos desarrollados durante el taller y expuestos en la feria, “Tú qué sabes”, “Rutina” y “No estoy presa”, de Raiza Jiménez. En el último, la autora señala “No estoy presa, estoy tomando un curso intensivo de crecimiento personal”, dándole así título al libro. Se cerró con “Ayer y hoy”, la historia de vida de Asusena, quien meses más tarde perdió la vida debido a las negligencias carcelarias. 

Pronto tuvo lugar la lectura poética, de la que participó Fanny Campos, quien leyó “XIII”1, “Último Déjà vú2, “La Jaula Pájaro”3. También lo hizo Julio Barco, quien leyó “Poema de amor en Andahuaylas en tres movimientos y “Poema para que Antonio Chumbile no deje la poesía. Por su parte, Jorge Navarro leyó “Seguridad ciudadana”, “El fotógrafo”, “La Ciudad” y “Av. Santa Rosa 7971, San Ramón” pertenecientes Instrucciones para incendiar una ciudad, así como “Avenida Circunvalación Américo Vespucio”, “Plaza de Armas, La Serena”, “Estación Constitución, Buenos Aires”, “Revolutionary road” y para finalizar, “INSTRUCCIONES PARA INCENDIAR UNA CIUDAD”.

Luego fue el momento del rap con Mc Paso, quien cantó “Trabajadores”, “Por mucho tiempo”, “Copla del cesante”, “Duras-D” y cerró con “Poder popular”. Mc Paso se encuentra escribiendo el segundo volumen de “Dramaturgia”, disco lanzado el año pasado. Seguidamente cantó Mc Anastasia, quien entonó las letras de “La cuerpa”, “Yo me declaro feminista”, así como otras dos canciones nuevas aún sin nombre. En la actualidad Mc Anastasia se encuentra preparando un EP con Fewla Waxa, con quien además está realizando talleres de hip-hop en las tomas feministas.

El bloque de poesía fue retomado por Paula Vásquez con “PUTA”, “Run Run me quedé en la casa” y “Toño 2018”. El cierre estuvo a cargo de Gustavo Rivera, quien leyó “Últimas cartas sobre la primavera”.

Por último se desarrolló el conversatorio que le da el nombre a la jornada y cuyas inquietudes serían anunciadas en ¿Chew müley iñ follil? Se pregunta el mestizaje, los pueblos y las identidades nacionales. En este participó Julio Barco, Gonzalo Gelardo y Marjorie Huaiqui. El primero con “El mestizaje de la voz en la poesía peruana del siglo XX”, donde comentó el desarrollo de las relaciones y conflictos entre la cultura andina y la ciudad, entre la modernización y la violencia así como su alcance en la literatura, desde César Vallejo hasta el Movimiento Kloaka. El segundo con “Hora Zero y la revuelta poética”, donde expuso los cruces e intensificaciones del contexto histórico (revueltas campesinas, guerrillas y gobierno de Velasco Alvarado) y la apuesta estética del movimiento Hora Zero. La tercera con “Feminismos mestizos desde los pueblos”, donde trató el mestizaje o puntos de unión entre el pueblo mapuche y haitiano a partir de la observación de sí misma dentro de la sociedad chilena y mapuche. Marjorie, quien también es poetiza, se encuentra actualmente escribiendo el libro “Los dolores de mi espíritu”.

Imágenes

El Perseguidor le dio inicio a las presentaciones. Fotografía: Patricio

“Plexoperú. Poesía y gráfica Perú-Chile”, Editorial Quimantú.
Portada: Carolina Salinas, “Mar y tierra”, aguafuerte, 2013.

Territorio en disputa de Patricio Contreras. Ediciones Punto G.

“Curso intensivo de crecimiento personal”, Editorial Isi Cartonera. Ilustración de Aribí Toralba.

Mesa de lectura. De derecha a izquierda: Gustavo Rivera, Paula Vásquez, Jorge Navarro, Julio Barco y Fanny Campos.

Mc Paso. Fotografía: Marjorie

Anastasia MC. Fotografía: Marjorie


Con el conversatorio “Mestizaje e identidad” se dio término a la jornada.
Las siguientes imágenes corresponden a los dibujos realizados durante el taller de escritura creativa desarrollado por Isi Cartonera durante 2016 y 2017 en la cárcel de imputadas de San Miguel:









Por Ignacio Andrés
América Leatina desde Abajo

Notas

1. En memoria de Juan Rosa Cortéz Rubilar, asesinada por un sujeto a quien prestó servicios sexuales. Porque no quiso devolverle el dinero una vez prestado el servicio, él le revienta una piedra en la cabeza, luego le prende fuego, en un sitio eriazo ubicado entre las calles Janequeo y Almagro. Los Ángeles, Región de Biobío. Nota de la autora.

2. XIII y Último Déjà vú corresponden a un texto inédito de la autora, sobre Femicidios ocurridos en Chile durante el año 2015. El primero se incluye en la serie de plaquettes objeto “Bingo.Esto no es un juego” (2017). El segundo en la plaquette colectiva “Descerraja2. Poesía feminista del gran Valparaíso” (2018), ambas de Ediciones Punto G. 

3. *Poema incluido en el librillo objeto La Nova Nueva Novela , homenaje a Juan Luis Martínez. Varios Autores, Ediciones .G, 2015. Nota de la autora.

31 may 2018

Plexoperú. Poesía y Gráfica Perú-Chile

Compartimos la presentación incluida en el libro Plexoperú. Poesía y Gráfica Perú-Chile, editado por Editorial Quimantú y que será comentado durante en la Feria Literaria “Mestizaje e identidad”, por realizarse este sábado desde las 14:00 hrs. en la sede de la JJ.VV. Nº 7, ubicada en la intersección entre Avenida La Bandera y Sargento Candelaria, San Ramón.

Portada: Carolina Salinas, “Mar y tierra”, aguafuerte, 2013.

Plexoperú. Poesía y Gráfica Perú-Chile

Nuestras repúblicas se ligarán de tal modo, que no perezcan en calidad de naciones sino de “hermanas”, unidas por todos los vínculos que nos han estrechado en los siglos pasados, con la diferencia de que entonces obedecían a una sola tiranía, y ahora vamos a abrazar una misma libertad…

(Carta de Simón Bolívar al Doctor Unanúe, Presidente del Perú, 25 de noviembre de 1825)

Así soñaba la Patria Grande el Libertador de América, en donde las fronteras se desdibujaban y la América Morena caminaba su ruta y luchaba unida contra sus enemigos, viviendo en pleno la diversidad de cada uno de sus integrantes. Desde entonces son muchos los soñadores que han ocupado sus fuerzas para construir este proyecto, aportando su grano de arena para que Latinoamérica se abrace y mire un futuro común.

Este libro es ese horizonte a través del arte, afianzando los lazos fraternales entre estas, aún, naciones, teniendo en la mirada la idea de la Patria Grance. Plexoperú es un conjunto de poesía y gráfica, nacida en Chile y el Perú, que se entrecruzan al interior de sus páginas, posibilitando jugar con los sentidos y atravesar las diferencias que se han demarcado por años entre estos hermanos/vecinos. Chimbote, Lima, Trujillo, Valparaíso, Santiago, Temuco, son los lugares de artistas y poetas que en este libro se conectan a escala de sentimientos para ramificar, desde estas disciplinas fundidas, un cuerpo flexible, experimental, que golpea los sentidos.

Editorial Quimantú entrega este compendio de imágenes  y palabras; de arte plástico y poesía, con la intención de hacer un aporte a la mixtura entre las dos culturas que se encuentran en este libro, llenando de Latinoamérica a quien se introduzca en sus hojas.

Editorial Quimantú
Agosto de 2014

Antimanual del Mal Historiador

Compartimos la presentación incluida en Antimanual del Mal Historiador o ¿cómo hacer hoy una buena historia crítica?, de Carlos Antonio Aguirre Rojas. La publicación está a cargo de Editorial Quimantú y será lanzada en los “Semilleros de Rebeldía”, cuatro jornadas que tendrán lugar entre Santiago y Valparaíso, permitiéndonos dialogar con el autor mexicano sobre la actualidad del movimiento zapatista  y los movimientos antisistémicos de Nuestra América y el mundo. Todo en el marco del cincuentenario de la Revolución Cultural Mundial  de 1968. 

Portada y diseño: Editorial Quimantú

Antimanual del Mal Historiador o ¿cómo hacer hoy una buena historia crítica?

Editorial Quimantú no podría existir sin las posibilidades de transformación y de reapropiación que permite el presente, desde las diversas lecturas sobre las cuales se van mozaiqueando los estratos temporales que componen la Historia. Nuestra existencia avienta las voces que nos invitan a dialogar con el conocimiento histórico, sobre todo cuando éste es intencionado, buscando comprender y visualizar la historicidad de las problemáticas que permitieron a diversas mujeres, hombres, indígenas, campesinos/as, obreros/as, pobladores/as, estudiantes, a enfrentarse con las múltiples cabezas de explotación, despojo y muerte de la hydra mundo-capitalista a lo largo y ancho de la serpenteante Historia. Uno de nuestros compromisos va en expandir semillas como libros, que vayan germinando en los abonados territorios nuevas preguntas y nuevas inquietudes; nuevas formas de comprender y de criticar la Historia y sus construcciones desde Abajo. 

Desde el último América LeAtina hemos convocado a los Semilleros, espacios de diálogos de saberes que apuntan a germinar inquietudes y preguntas a todas/os las/os que han experienciado estas construcciones colectivas de conocimiento sobre: Historia y Movimientos Sociales/ Antisistémicos, sobre el rol de/la historiador/a y sobre las experiencias históricas desde Abajo. Hemos invitado a varias/os historiadores/as jóvenes, algunas/os publicados aquí mismo, a problematizar las formas de comprender el diálogo presente-pasado. Una de las problemáticas comunes que se han criticado, han apuntado al necesario desAprendizaje de ciertas prácticas de la academia, las cuales traen consigo el desarraigo territorial-popular de los/as historiadores/as con su propia realidad y con el compromiso de transformar el presente, desarrollando una historia académica o pauperizada, con más sentido para las instituciones que para las comunidades, las cuales hecho suya desde hace años atrás, la necesidad de reconstruirse y reconocerse desde una Historia desde Abajo que proyecte las propias memorias comunitarias.

El siguiente libro/herramienta que ofrendamos a los procesos de transformación social, continúa esta trenza de críticas al quehacer historiográfico y la enseñanza/aprendizaje de la Historia, con la cual podemos ir germinando en nuestros territorios nuevas preguntas y críticas que son necesarias a la hora de sumergirse en la densidad del tiempo histórico. El “Antimanual del Mal Historiador o ¿cómo hacer hoy una buena historia crítica”, nuestra tercera publicación de Carlos Aguirre Rojas, es una crítica radical a la estructura disciplinar de los saberes humanos sobre la sociedad, a las falsas disyuntivas que las han alejado cada vez más. Nos invita a reflexionar sobre la Historia en el siglo XXI, invitándonos a reescribirla, desde un modo totalmente diferente, criticando todas las historias y memorias oficiales. Con una clara intencionalidad pedagógica, simplificando las ideas pero sin atentar contra la complejidad del conocimiento histórico, el autor nos lleva por la reconstrucción de las principales corrientes historiográficas del siglo XX, teniendo como principales fundamentos, el análisis de los fundamentos de la Historia Crítica propuesta por Marx y relevando los aportes de la Escuela de los Annales, las nuevas corrientes que nacieron desde ambas influencias post 1968: la Historia Social de la Cultura, la Historia desde Abajo o marxista-británica, la Microhistoria italiana y el Análisis del Sistema-Mundo Capitalista. Desde estas reconstrucciones de las corrientes historiográficas, que permiten comprender las múltiples temporalidades que componen el tiempo histórico, el autor propone de forma radical englobar las disciplinas en una ciencia social que derribe los muros que han delimitado y hecho competir a las ciencias sociales, dialogando solo como ciencias auxiliares. En este sentido, el autor propone una historia global o una Unidisciplina, una ciencia social que englobe las problemáticas multidimensionales que posee y componen la realidad misma, una forma de construcción del conocimiento global. 

Nos es imprescindible relevar uno de los 7 pecados capitales del/la mal/a historiador/a: la linealidad del tiempo histórico, con el objetivo de “criticar y deconstruir radicalmente las nociones moderno-burguesas de la temporalidad” como explica Aguirre. Creemos que es necesario explicitar que ésta es una problemática esencial no sólo para historiadores/as, sino también para comprender nuestros propios accionares dentro de las organizaciones sociales de las cuales somos parte: porque la historia nos otorga esa proyección hacia el futuro, desde aquella lectura detallada de las diversas temporalidades que constituyen nuestro presente: esos tiempos económico-sociales que nos enseñan sobre el contexto neoliberal en nuestro territorio; esos otros político-sociales que permiten comprender las continuidades de los gobiernos progresistas que han sostenido un modelo experimental e impuesto por el Imperio; los culturales que nos permiten comprender los cambios que podemos ver en el movimiento mapuche, en el movimiento feminista, en los jóvenes; y los tiempos geográficos que podríamos extender hacia varios siglos atrás y comprender las transformaciones de la apropiación del espacio; tiempos históricos que poseen diversos ritmos, intensidades y duraciones. 

Desde la escuela e inclusive en la universidad, una de las principales formas de comprender la Historia es a través de líneas de tiempo, en donde no se logra dar cuenta de la complejidad del tiempo histórico, es decir todo se ve en una línea progresiva, en donde pareciera que todo avance es progreso, por ende éste pareciera ilimitado y en continua expansión ¿es tan simple la Historia y el tiempo histórico? ¿Todo cambio en el tiempo ha traído mejoras? ¿Cómo se ha ido comprendiendo la temporalidad de las propias naciones tradicionales del Abya Yala, desde la historiografía? Aquí, estimamos que hay un espacio fecundo para futuros trabajos sobre Historia, considerando que siempre se ha simplificado la noción del tiempo en las naciones tradicionales, considerándolas sólo circularmente, sin dotarlas de un presente proyectado hacia el futuro, imposibilitando su posibilidad de transformación en el presente, cubriendo el velo a la vez que se profundiza el racismo que quiere seguir negando esas historias de opresión bajo las imposiciones de la hydra-capitalista. La Historia serpentea en círculos y en espirales, el pasado y el futuro están contenidos en el presente, se van retroalimentando continuamente, las semillas del futuro brotan desde el fondo del pasado, el presente preserva o renueva, mantiene o transforma, como dice el Pachakutik andino. Desde esta perspectiva, creemos que es necesaria y urgente esta discusión temporal en nuestros territorios, alimentando las diversas perspectivas desde donde vamos desaprendiendo las prácticas y saberes impuestas por el capitalismo y el colonialismo, sobre todo para develar cómo se ha ido configurado en nuestro presente el enredo de la intersección de las múltiples opresiones: raza, clase y género como diría Angela Davis, para ir avanzando hacia los horizontes emancipatorios.

Le convidamos a perspectivar el tiempo y a sumergirse en las redes temporales de la Historia…

Editorial Quimantú
Junio de 2017