A principios de
septiembre de 2017 en La Legua se lanzó el libro El cóndor sigue volando de Martín Almada, publicado por la
Editorial Quimantú. A pesar de no contar con la presencia del autor, quien no
pudo viajar por motivos de salud, nos acompañaron en la jornada Alejandra
Arriaza, abogada de derechos humanos, Hervi Lara, de la Comisión Ética contra
la Tortura (CECT-Chile) y Juan Jeanneret del Centro de Interpretación FiSura –
La Legua, organización a cargo del prólogo del libro.
"Estoy de corazón con ustedes", señaló Martín Almada, quien no quiso estar ausente en el lanzamiento de su libro en La Legua, que comenzó con la proyección de un emotivo mensaje de él, grabado en vídeo. En éste, el autor también manifestó no sentirse satisfecho con la política de derechos humanos en América Latina, que tanto en Paraguay como en Chile, ha consolidado la impunidad ante la violación de los derechos humanos.
Pero no es sólo este hecho lo que hace oportuna la publicación de su libro, sino que también la creciente injerencia de Estados Unidos en América Latina, como lo demuestra el caso venezolano. De ahí el título de su libro, “El cóndor sigue volando”, en donde relata el origen del Plan Cóndor, sus hechos fundamentales, así como también describe a sus autores intelectuales y sus víctimas. El libro es también un homenaje a Jorge Fuentes Alarcón, compañero de prisión en Paraguay, y actualmente uno de los casos más reconocidos de la Operación Cóndor.
"No permitamos que el ánimo se nos quiebre, que la solidaridad se rompa, puesto que América Latina, nuestra Patria Grande, tiene derecho a vivir sin presos políticos, con los archivos abiertos, tanto los de la Comisión Valech, como todos lo que aporten a la memoria, verdad y justicia", señala en su mensaje también Almada.
Para Almada, a quien se le tipificó el delito de “Terrorista Intelectual” durante la dictadura de Alfredo Stroessner, el descubrimiento del archivo del Plan Cóndor fue una venganza de la historia, que nos enseña que no hay secreto que el tiempo no revele, principio inexorable ignorado por el Ejército, por la NSA (Agencia Nacional de Seguridad norteamericana) y la CIA. En imagen, vídeo enviado por Martín Almada para la ocasión, disponible aquí.
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El caso de La Legua y de quienes hoy pagan el precio de su "paz"
¿En qué medida se relaciona el Plan Cóndor con la Población La Legua? Digamos de manera simplista, que las violaciones a los derechos humanos en Chile fueron acompañadas de múltiples intervenciones en las diversas Poblaciones del país —en distinto grado y muchas todavía en curso—, en donde tanto La Legua como también las comunidades mapuche en resistencia, son sólo los casos más emblemáticos.
Pues como señala el Centro de Interpretación FiSura en el prólogo del libro, “La Legua no sólo es una población popular con tradición de lucha y resistencia durante la dictadura, también es una población marginal hija de la pobreza, que ha aprendido en muchas partes a sobrevivir y a vivir más allá de lo que el imperio de la ley entiende como lo aceptable y permitido. Esta condición, ampliamente difundida por los medios de comunicación, le ha valido ser considerada y señalada como un territorio crítico, un barrio peligroso” en donde “se comenzaron a utilizar los programas sociales y a los investigadores para labores de control e inteligencia, de manera muy similar a lo que hicieron los militares en las dictaduras […], la diferencia radica en que esta última no carga con la vergüenza del desprecio internacional, en tanto se muestra legalmente obscena, democráticamente puesta en ejecución”.
Pero ante semejante escenario, vivido no sólo en La Legua como se señalamos anteriormente, el Centro de Interpretación recalca: “Cuando no es sólo el territorio el que ha sido intervenido, sino que también y con él se interviene la vida de quienes lo habitamos, entonces no es un listado de derechos, de principios abstractos definidos por otros en otros tiempos y lugares lo que está en juego, sino nuestra forma de vida, nuestra manera de ser y hacer, en otras palabras, el único derecho que está en disputa en esta forma de relación Estado-Mercado-Territorio, en estos procesos de intervención es, para nosotros el irrenunciable derecho a ser lo que somos.”
Cabe destacar por último, que a tan sólo tres días del Día Internacional del Detenido Desaparecido (30 de agosto), la jornada coincidió con el cumplimiento de los ya doce años de la desaparición de José Huenante, quien tenía 16 años cuando fue detenido por carabineros el 3 de septiembre del año 2005, en la población Mirasol de Puerto Montt. El caso de Huenante se suma al de quienes no han sido hallados tras haber sido detenidos por Carabineros, constituyéndose así como desapariciones forzadas en democracia.
Por Ignacio Andrés
América Leatina desde Abajo
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