31 mar 2017

Notas sobre el Diálogo Callejero

El 5 de octubre del 2016 se realizó el “Diálogo Callejero en la Escuela Pública Comunitaria”, en el marco del lanzamiento de René Zavaleta Mercado. Pensamiento crítico y marxismo abigarrado de Editorial Quimantú. En dicho libro Hernán Ouviña y Diego Guiller compilan diversos textos de pensadores latinoamericanos en relación con la obra de Zavaleta.

Para la Editorial Quimantú, “el libro compilado por nuestros compañeros argentinos, despliega un universo de conceptos y categorías de análisis, que permiten reflexionar complejos problemas asociados al poder, el Estado, lo nacional, lo popular, la dependencia y la democracia en América Latina. Así, los conceptos de formación social abigarrada, ecuación social, forma primordial, momento constitutivo, autodeterminación de las masas, entre otros, van dando forma a un marxismo anti-dogmático y heterodoxo, todo lo cual, nos permite asociarlo al desarrollo de un marxismo latinoamericano original, entrelazado a la producción teórica y política del peruano José Carlos Mariátegui”.1

Luego de haberse expuesto el carácter de la actividad, el proyecto de dicho espacio y las condiciones del territorio en donde ésta se desarrollaba, Thiago Manggini2 fue el primero en hablar, dando cuenta de la dificultad en la unificación del movimiento popular brasileño, que a su juicio se debía fundamentalmente a la poca claridad del enemigo, señalándolo también a modo de autocrítica. Por otra parte hizo mención de la conformación de los frentes Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo, por parte del Partido de los Trabajadores (PT), en la dura coyuntura impuesta por el gobierno golpista de Michel Temer.

El MST emitió un comunicado meses antes de la destitución de Dilma Rousseff, manifestando su repudio e inconformismo en relación a la decisión del Senado Federal al haberse admitido el proceso de juicio político en contra de la ex presidenta. Para el Movimiento se trató de  un golpe institucional y anti-democrático, que no reconoció la voluntad de 54 millones de electores y que fue orquestado por los sectores más conservadores de la sociedad, en especial el empresariado neoliberal y subordinado a los intereses de las empresas estadounidenses. Además, fue sustentado por una campaña permanente de los grandes medios de comunicación, en especial la Red Globo, y por la acción selectiva y mediática de sectores del poder judicial.

Luego fue el turno de Mabel Thwaites Rey3, para quien la revancha de la derecha en la región es tanto una retribución hacia los movimientos populares como un gran esfuerzo por reincorporar el perfil del sujeto neoliberal en los más pobres, a través de la reintroducción de la virulencia del consumo. Para la autora de La autonomía como búsqueda, el estado como contradicción es necesario revitalizar el movimiento desde su misma apuesta performática, entendiendo que ni la izquierda radical ni la populista ha sido capaz de “realizar” la revolución. Hoy, estando más proletarizados que nunca no debemos sino unirnos, construyendo internacionalmente los movimientos y buscando encontrar aquello que nos unifica, señaló.

El tercero en exponer fue Marco Raúl Mejía Jiménez4, quien hizo mención de la más reciente catástrofe para aquel entonces en Colombia: el triunfo del No en el Proceso de Paz. Para el educador popular, además de culpar de esto a la alianza conservadora entre los expresidentes Álvaro Uribe y  Andrés Pastrana. El primero, conocido mediáticamente como el máximo opositor a la paz en Colombia, y quien bajo su mandato aumentaría exponencialmente los “falsos positivos” de la guerra. El segundo,  promotor del paramilitarismo e impulsor del denominado Plan Colombia. El autor de Educaciones y pedagogías críticas desde el sur también suma como como responsable a la iglesia católica, que realizó toda una campaña de descrédito durante los diálogos de paz, protestando particularmente en contra de las garantías del LGTBI en las negociaciones. En barrios populares de Bogotá, donde la Iglesia posee gran influencia, ganó el No. Dicho triunfo, en palabras de Marco Raúl, significó el recrudecimiento del enfrentamiento de pobres contra pobres. Por esta razón urgiría agilizar la construcción de frentes populares, ya no desde la perspectiva estalinizada de antaño, sino a partir de lo cotidiano y común. Esto es, unidad desde la diferencia humana, desde de la diversidad política y desde la desigualdad social, subrayó.

La última exposición le correspondió a Hernán Ouviña5, quien se referirió a los diez años de la creación del primer bachillerato popular del Movimiento Popular La Dignidad. Comentó así lo fructífero de potenciar  los procesos formativos en los territorios, aun cuando todavía falte mucho en la construcción del sujeto autoconsciente si se quiere impulsar un cambio concreto en la matriz productiva de la sociedad.

En el caso de América Latina, la tradición del pensamiento crítico debe ser una brújula y no un itinerario a la hora de construir movimientos sociales, permitiéndoles así hacerse cargo de sus antagonismos, y de forma paralela, para no quedarse únicamente en el tratamiento de la contradicción capital-trabajo. Siguiendo a Zavaleta, no se es un buen marxista si no se es marxista.

El autor de Zapatismo para principiantes realizó dos autocríticas a la izquierda. En primer lugar a su fuerte encapsulamiento. De modo tal que si criticamos al socialismo en un solo país, con mayor razón (y necesidad) debemos hacerlo con el denominado “socialismo de barrio”. En segundo lugar a la reticencia crónica hacia el Estado, cuestión que debe resolverse a través de una dialéctica entre la construcción del poder propio y la reapropiación del poder oficial.

Por último, Ouviña también se refirió al sectarismo y pragmatismo parlamentario. Para superar tales vicios es indispensable el relevo generacional en la izquierda, de modo que se prescinda del referente imprescindible —sea una organización o un individuo—, para que así cualquier proyecto emancipatorio no se distorsione o desmiembre por el solo hecho de perder un referente.

Al día siguiente, hubo un seminario en la Universidad de Chile en donde también participaron los exponentes del “Diálogo Callejero”. En esta ocasión Thiago aprovechó de recitar en portugués “Nós, latino-americanos”, de Ferreira Gullar. Adjuntamos la traducción del mismo:

Nosotros, latinoamericanos

Somos todos hermanos
pero no porque tengamos
la misma mama y el mismo papa:
tenemos el mismo socio
que nos trae. Somos todos hermanos
no porque dividamos
el mismo techo y la misma mesa:
divisamos la misma espada
sobre nuestras cabezas.

Somos todos hermanos
no porque tengamos
el mismo brazo, el mismo apellido:
tenemos el mismo trayecto
de furia y hambre. Somos todos hermanos
no porque sea la misma sangre
que en el cuerpo llevamos:
lo que es igual es la forma
como la derramamos.


Por Ignacio Andrés Pardo Vásquez
América Leatina desde Abajo

"501 años cabeza abajo". Hecho por Proyecto SUR, 1993.

Notas

1.    Extraído de la presentación del libro René Zavaleta Mercado. Pensamiento crítico y marxismo abigarrado, Editorial Quimantú, 2016.

2.    Thiago es miembro del Colectivo Nacional de Educación del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST). Es además licenciado en Historia, especialista em Educação de Jovens e Adultos, con maestría en educación, doctorando en «Educación, Filosofia e História da Educação» de la UNICAMP, e integrante del grupo de «Investigación Historia, Sociedad y Educación» en Brasil (HISTEDBR).

3.    Mabel Thwaites Rey es Doctora por la Universidad de Buenos Aires. Es autora y co-autora de numerosas publicaciones en libros y revistas nacionales y extranjeras sobre temas vinculados a la problemática teórica del Estado, reforma estatal y privatizaciones en la Argentina y en América Latina. Ha publicado La autonomía como búsqueda, el estado como contradicción (2004), Entre tecnócratas globalizados y políticos clientelistas (2005) y Estado y marxismo: un siglo y medio de debates (2008), entre otros libros.

4.    Marco Raúl Mejía Jiménez es un educador popular colombiano, seguidor y continuador de la tradición de las pedagogías críticas latinoamericanas y alumno de Paulo Freire. Es autor de Hacia otra escuela desde la educación popular (1987), Educación y escuela en el fin de siglo (1995) y Educaciones y pedagogías críticas desde el sur. Cartografías de la Educación Popular (2011), entre otros libros.

5.    Hernán Ouviña es politólogo, Doctor en Ciencias Sociales y educador popular argentino. Es autor de Zapatismo para principiantes (2007) y coautor de Gramsci y la Educación. Pedagogía de la praxis y políticas culturales en América Latina (2011) Gramsci y la educación. Pedagogía de la praxis y políticas culturales en América  Latina (2011). 

Citas selectas de Cambiar el mundo desde arriba


Durante el 2016, a tan sólo algunos días de la nueva visita de Raúl Zibechi a nuestro país con motivo del lanzamiento de dos de sus libros, Cambiar el mundo desde arriba. Los límites del progresismo y Latiendo Resistencia. Mundos nuevos y guerras de despojo, consideré oportuno ofrecer algunos elementos para la discusión con el autor en relación con el primer libro señalado, a sabiendas de que mi selección nunca remplazaría la lectura propia que cada quien pudiera realizar de dicha obra, y menos aún, el diálogo colectivo en torno a ella. Aún hoy sigo manteniendo esta idea.

Fue mediados de agosto el lapso en el que se enmarcaron las diversas actividades que terminarían denominándose "Latiendo Resistencia. Encuentros con Raúl Zibechi", donde entre diversas organizaciones se pudo levantar a pulso algunos conversatorios, talleres, comilonas y encuentros con el autor. 

Tal intervalo de tiempo determinaría en gran medida nuestros análisis en torno al proceso de gobierno progresista de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y el particular de Venezuela, países a los cuales se hace referencia en Cambiar el mundo desde arriba. Es cuestión de plantear algunos ejemplos mínimos en relación con el cambio de coyuntura, como lo es que en aquellos días todavía persistía un dejo de confianza en el kirchnerismo, cuando meses más tarde sería elegido Mauricio Macri. Del mismo modo, Evo Morales aún no perdía el referéndum que le habría permitido alargar su mandato. Además, el proceso de destitución hacia Dilma Rousseff todavía esta en curso, el cual se materializaría a fines de agosto. Ésta sería relevada por Michel Temer, poniéndose así fin a 13 años de presidencia del Partido de los Trabajadores de Brasil. En esos momentos ya había incertidumbre en torno al curso del gobierno progresista ecuatoriano, la que de hecho todavía se mantiene al no haber logrado Lenín Moreno (de la Alianza PAÍS) ganar las elecciones en primera vuelta. Esto habría de resolverse en los días venideros. Por último, en Venezuela todavía no se habían desarrollado las elecciones parlamentarias que dejarían a la oposición de Maduro con mayoría en la Asamblea Nacional. En este caso quizás se haya generado el mayor contraste en cuanto al cambio de coyuntura, pues  hace tan sólo algunas horas el mismo órgano habría sido completamente inhabilitado.

En cuanto a Chile —que no sería tratado en Cambiar el mundo desde arriba al no haber tenido ningún gobierno progresista a la fecha—, en octubre del mismo año registraría la mayor abstención en su historia electoral durante las elecciones municipales, fenómeno estrechamente relacionado con la deslegitimación del modelo político en Chile, todavía en ascenso, al seguir sumando escándalo tras escándalo. No obstante, sería la irrupción del Frente Amplio lo que le daría un respiro a semejante descrédito. El lanzamiento oficial de la coalición sería realizado el 21 de enero de este año.

Tanto y así, quizás más de alguien todavía se pregunte quién es Raúl Zibechi.

Raúl Zibechi es un autor uruguayo quien desde mediados de la década de los 80' ha publicado diversos artículos en revistas y periódicos de izquierda y otros medios latinoamericanos. Ha recorrido gran parte de Latinoamérica, colaborando en la formación y socialización de los diversos movimientos políticos y sociales del continente. Actualmente colabora en La Jornada en México, la web Rebelión y otros medios de contrainformación, esperando también hacerlo en el América Leatina desde Abajo.

La Editorial Quimantú señala en la presentación del libro “Descolonizar el pensamiento crítico y las prácticas emancipatorias” que los trabajos de Zibechi nos han acostumbrado a mirar más allá de lo que la academia crítica ha asumido como sentido común, anquilosado en la comodidad del juicio fácil y los cuestionamientos que no afectan ni se atreven a interrogar por los fundamentos de una realidad injusta hasta el extremo sin otra brújula que la consistencia con esa otra forma de hacer las cosas que el zapatismo o Fanon nos legaran con sus acciones y palabras.

En vísperas de un nuevo diálogo con Hernán Ouviña, he vuelto a considerar las citas seleccionadas de Cambiar el mundo desde arriba como un aporte en nuestra discusión —al menos en términos generales— de la actual coyuntura latinoamericana.

Citas selectas de Cambiar el mundo desde arriba. Los límites del progresismo

1

«Desde la revolución rusa de 1917, contamos con un siglo de experiencias revolucionarias triunfantes. Un tiempo suficiente como para sacar algunas conclusiones o para adelantar reflexiones acerca de los límites y problemas que han enfrentado estas experiencias que, en su conjunto, involucran una parte importante de la humanidad […]». Pág. 73.

«La primera es que las fuerzas organizadas capaces de derribar el antiguo régimen son poco apropiadas para construir la nueva sociedad. Las fuerzas revolucionarias triunfantes son organizaciones jerárquicas cuya cúspide está mayoritariamente integrada por varones, blancos, educados. Estas fuerzas son adecuadas para enfrentar y derrotar militarmente a las fuerzas de la reacción, pero no son en absoluto adecuadas para construir relaciones sociales de nuevo tipo  ya que las dos lógicas son contrapuestas». Pág. 73.

La segunda se relaciona con la inconveniencia de fusionar partido y Estado, ya que se conforma un “sistema oligárquico revolucionario” que es muy difícil desmontar. Este suele ser el primer paso para la cristalización de una nueva clase en el poder, una clase que nace del control del poder estatal y que se impone sobre la sociedad». Pág. 74.

«La tercera consiste en la dificultad para desarrollar poderes de los productores, de los trabajadores y trabajadoras, poderes no estatales. Las revoluciones suelen contar en sus primeras etapas con organizaciones de masas nacidas en la base de la sociedad (soviets, comunas, comités de defensa de la revolución), que gozan de gran legitimidad y en las que participa una parte de la población”. De esta forma “existen muy pocas experiencias de autogobierno que hayan pasado el umbral del reflujo y superado la cooptación estatal. Las juntas de buen gobierno impulsadas por el zapatismo merecen un lugar destacado en la historia del autogobierno desde abajo. Hasta ahora no se han burocratizado, ni sucumbieron al Estado, ni al poder revolucionario. El hecho de que estén inspiradas en una práctica que no pretende hacerse con el aparato estatal sino que impulsa el autogobierno de los pueblos, recuperando las tradiciones indígenas, puede ser uno de los hechos que expliquen esta “anomalía”. No se ha gestado un grupo autónomo, separado de las comunidades, ya que la rotación y el deseo de que todos participen en las tareas de gobierno, se mantiene intacto. En las juntas de buen gobierno son los pueblos los que están organizados como poder». Págs. 74 y 75.

«La cuarta tiene relación con las imágenes o metáforas que manejamos sobre el fin del capitalismo y la transición a un mundo nuevo […] La idea de colapso tiene una larga tradición en el movimiento socialista”. Pero el colapso por sí solo no garantiza que la sociedad que surja de sus cenizas sea mejor que la actual». Págs. 75 y76.

«La quinta, finalmente, representa un desafío de enorme magnitud: la idea de gobernar y dirigir a toda una sociedad, de hacer un cambio que incluya a todos los habitantes, supone una actitud totalitaria que implica gobernar a millones de personas y, guste o no, oprimirlas, algo que va en contra del espíritu emancipatorio”. Pues, “Si el capitalismo puede ser entendido como el despliegue ilimitado de las potencialidades humanas sin medir consecuencias, el ser capaces de limitarnos a nosotros mismos —básicamente por razones éticas— puede ser entendido como un modo de sofrenar impulsos irracionales que, en última instancia, nos conducen a la autodestrucción y la barbarie». Págs. 76 y 77.

2

«En los países llamados socialistas, la propiedad de los medios de producción es de todo el pueblo, porque es propiedad del Estado. Pero éste es controlado por un pequeño grupo que con el tiempo se convierte en una elite o una nueva burguesía». Pág. 39.

3

«Por el contrario, un Estado como la Comuna de París, los soviets o los comités revolucionarios, que es un instrumento de los trabajadores, ya no es un Estado propiamente porque está sujeto y por debajo de la población. Este “mandar obedeciendo” es, según Marx, un Estado en extinción. Pero si se mantiene aquel aparato estatal “por encima” de la gente común, que la domina y controla, entonces quien está al frente de ese Estado es una nueva burguesía». Pág. 60.

4

«Con la excepción de la revuelta zapatista a partir de 1994, todas las grandes acciones populares desembocaron en procesos electorales que llevaron al poder a dirigentes que habían participado de forma algo lateral en las revueltas (caso de Evo Morales), o habían actuado incluso en el campo opuesto al de los alzados (caso de Néstor Kirchner), siendo la excepción en este sentido la del Ecuador, en gran medida por el fracaso o traición del líder designado para encarnar las aspiraciones de los rebeldes (caso de Lucio Gutiérrez)». Pág. 13.

5

«Lo que parece evidente es que la cultura política o, quizá mejor, el sentido común en las izquierdas y en los movimientos, no puede pensar en un nuevo mundo que no se referencie en el Estado, el gobierno y los partidos políticos. Esta cultura no parece haber sido erosionada por una década de levantamientos populares e indígenas, ni por el sonoro fracaso de otra década de gestiones estatales que poco han cambiado. Lo que pervive es una creencia que no puede mirar la historia de frente y sacar consecuencias». Pág. 32.

6

«Entre los diversos gobiernos progresistas hubo por lo menos cuatro cuestiones en común y algunas diferencias. Esas lógicas comunes son: el fortalecimiento/ reposicionamiento de los Estados, la aplicación de políticas sociales compensatorias como eje de las nuevas gobernabilidades, el modelo extractivo de producción y exportación de commodities como base de la economía y la realización de grandes obras de infraestructura. A nuestro modo de ver, el modelo extractivo anclado en los hidrocarburos, la minería a cielo abierto y los monocultivos como la soja, ha sido la clave del éxito económico y las políticas sociales ancladas en transferencias monetarias, así como el eje de la legitimidad de los progresismos». Pág. 17.

[Por commodities se entienden bienes con poca elaboración y que poseen poca diferenciación entre sí, y se maneja a un precio parejo, sin importar su procedencia, como el petróleo, soja, oro o plata. La nota es de la edición.]. Pág. 17.

7

«El economismo es una de las principales derivaciones de la centralidad atribuida a las fuerzas productivas, ya que hace aparecer la lucha de las clases sociales como producto de los vaivenes de la economía y, en segundo lugar, identifica las fuerzas productivas con los medios materiales de producción» de modo tal, que para los autores “la confianza en el crecimiento económico es en los hechos una apuesta a la hegemonía de los gestores”. Págs. 41 y 43.

8

«Hasta la década de 1970, había sido ampliamente aceptado el modelo de Estado de seguridad fordista caracterizado por su tendencia a la institucionalización de los conflictos de clase bajo el control estatal, insertando a la clase trabajadora como una fuerza de desarrollo capitalista mediante la estrategia de expansión de mercados. Sin embargo, será a partir de la crisis —cuando la desaceleración del crecimiento hace que las cargas sociales agraven los problemas financieros del Estado protector— que se implementen las teorías neoliberales de la Escuela de Chicago en la región, reduciéndose el gasto público y disminuyendo la intervención estatal sobre los mercados […] En el ámbito político, el neoliberalismo fue aplicado por la mayoría de las dictaduras militares en la región. De hecho el paradigma se había forjado anticipadamente en el Chile pinochetista bajo el asesoramiento de Friedrich Hayek (visitó Chile en noviembre de 1977 y abril de 1981) y especialmente de Milton Friedman, quien posicionaría el término “milagro de Chile” para referenciar la obra de sus discípulos en el Cono Sur. Con posterioridad, ese mismo modelo neoliberal sería institucionalizado por los gobiernos constitucionales que sucedieron a estas criminales dictaduras». Págs. 82 y 84.

9

«Los países del progresismo latinoamericano, en el marco de la emergencia de un nuevo orden mundial multipolar, han intentado definir un modelo propio de desarrollo basado en protagonismo estatal con la economía de mercado. Es decir, la agenda posneoliberal se intentó basar en la expansión de políticas sociales misturado con la articulación del mercado interno sin tocar la matriz de acumulación heredada del modelo neoliberal anteriormente vigente». Pág. 103.

10

«En el capitalismo la corrupción es parte intrínseca de la acumulación de capital. No existe capitalismo sin corrupción, pues en un sistema basado en la explotación de los trabajadores y, por lo tanto, no puede apelar a ninguna moral para justificarse». Pág. 115.

11

«Parece evidente que existe una durísima disputa entre dos sectores de la burguesía […] En esa lucha cada sector de la burguesía se apoya en distintos poderes. La novedad que aportan los gobiernos progresistas es que se apoyan en las grandes empresas originarias de cada país, en los gestores de las empresas estatales, en los partidos progresistas y en los sindicatos y otros movimientos sociales, así como cuentan con el apoyo externo de los países emergentes que integran los BRICS [Asociación comercial entre las cinco economías nacionales emergentes más importantes a nivel mundial. Nota de la edición]. Necesitan apelar a la movilización popular para crear las condiciones que les permitan aislar y desplazar al sector más tradicional de la burguesía, en general vinculado a la banca, el agronegocio, la minería y la especulación inmobiliaria, dependiente de las grandes multinacionales del norte y aliado incondicional de los EE. UU.» Pág. 115.

12

«La incapacidad para reducir las desigualdades agudizadas durante la era neoliberal es uno de los grandes fracasos de los gobiernos progresistas” (pág. 125). Aunque, “la represión de la dictaduras jugó un papel importante en el aumento de la desigualdad” (pág. 131), es en los gobiernos progresistas en donde se ha ido materializando un modelo cada vez más represivo a la par de sutil […] que conlleva el control, cada vez más estricto, sobre las personas con base en un discurso científico (técnico-jurídico-legal) que lo legitima (pág. 146). La represión asume formas distintas en cada país, pero la regla es que se registra un recrudecimiento de la represión policial  de cuerpos especiales contra los movimientos sociales, la protesta colectiva y las expresiones de disidencia. Lo común en todos los países es el dominio del modelo extractivo, que genera exclusión, y la creciente reactivación de los movimientos. Lo que resulta llamativo es que bajo ciertos gobiernos progresistas, luego de algunos años en los que hubo un descenso de la represión, en cuanto la sociedad comienza a reactivarse y retorna la protesta callejera, la represión gana nuevos ribetes». Pág. 146.

13

«La política social sirve para consolidar el modelo de consumo del social desarrollismo, que consiste en promover la transición hacia una sociedad de consumo de masas, a través del acceso al sistema financiero. La novedad del modelo social desarrollista es la de haber instituido la lógica de la financierización en todo el sistema de protección social, ya sea mediante el acceso al mercado de crédito, ya sea vía la expansión de los planes de salud privada, crédito educativo, etcétera. Se asiste de este modo a un proceso de financierización acelerada, que se sirve del sistema de protección social para vencer la barrera de la “heterogeneidad estructural”, que frenaba en América Latina la expansión de la sociedad de mercado». Pág. 143.

A modo de cierre

El libro se consuma con un particular llamado de atención hacia los intelectuales. Se subraya que “el de intelectual no es un oficio o profesión sino tarea colectiva al servicio de sujetos colectivos en lucha. El pensamiento crítico no puede estar atado a los poderes existentes y debe desplegarse libremente, con especial vocación autocrítica, no por masoquismo sino por el interés que todo rebelde debe tener en hacer balance para ajustar sus prácticas” (pág. 164). 

A partir de un repaso por las posiciones de la intelectualidad a través de categorías tales como la intelligentzia o el intelectual órganico, y la consecuente denuncia de distorsión en relación a la producción crítica de esta en el último tiempo, en el libro se coincide con el autor Arturo Escobar en que “el pensamiento crítico latinoamericano es más vibrante que nunca”, pero a condición de situarlo en otros espacios y tiempos, de la mano de otros actores. Es un pensamiento colectivo que emerge en las mingas, en las fiestas comunitarias, en las cocinas comunes en los territorios de las periferias urbanas, en los mercados populares y durante los levantamientos indígenas, campesinos y negros que salpican el continente. O sea, en todo aquel espacio-territorio donde los de abajo reproducen la vida y resisten la muerte” (pág. 169).

Afiche de “Latiendo Resistencia. Encuentros con Raúl Zibechi”. Realizado por Marco Lagos.

Por Ignacio Andrés
América Leatina desde Abajo

29 mar 2017

Reflexiones entre la esperanza y la memoria

En días en donde la prensa oficial se esfuerza más que nunca en delimitar el tiempo y la pauta en la discusión pública, se hace indispensable desarrollar instancias paralelas de reflexión y acción crítica en nuestro quehacer cotidiano. Una de las propuestas al respecto fue el denominado “Acto por la Memoria Rebelde y la Juventud Combativa”, organizado durante el mediodía del 27 de marzo en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, jornada enmarcada dentro del inicio del año académico en dicha casa de estudios.

Afiche de la actividad realizado por los estudiantes organizadores.

Acto por la Memoria Rebelde y la Juventud Combativa

La actividad comenzó  con un pasacalle a cargo del Tinku Yanaparina, agrupación de danza andina que luego de recorrer parte de la universidad haciendo un pregón, dio término a su intervención en el Ágora de la Facultad de Filosofía y Humanidades, en donde se encontraba la primera la Familia Vergara Toledo, lista para dar inicio a su testimonio.

Comenzaría hablando Luisa Toledo, madre de Rafael, Eduardo, Pablo y Ana quién expondría posteriormente— quien relataría cómo la experiencia de lucha en la Población Villa Francia durante la Dictadura se vincularía profundamente con su familia. Entre otros aspectos, plantearía las dificultades que tanto Rafael y Eduardo enfrentaron a la hora de organizarse en la escuela hasta ser finalmente expulsados. Cuestión que no habría hecho más que ampliar el margen con el que colaboraron en la resistencia de la Población hasta caer en una conmemoración a Mauricio Maigret. Su otro hermano, Pablo, sería encontrado muerto junto a Araceli Romo un 5 de noviembre de 1988.

La madre haría énfasis en el hecho de que fueron las mismas Poblaciones las que hicieron tambalear la Dictadura, no así las gestiones de los «socialistas reformados» o los pactos políticos que proyectaban la entrega del gobierno. Para ella sería la propia falta de confianza en las organizaciones territoriales lo que permitió finalmente la Transición Pactada y consigo, la descomposición del mismo tejido social conformado y consolidado en resistencia a la Dictadura

Ella es una de las tantas madres de Chile que no duda en que la justicia no se realizará a través de tribunales, esto considerando como a mediados de febrero de este año la Corte Suprema resolvió la libertad condicional para Francisco Nelson Toledo Puente, el ex suboficial de Carabineros que fue condenado por el homicidio calificado de los hermanos Vergara Toledo y que se encontraba preso en Punta Peuco. Del mismo modo en septiembre del año pasado, la tercera sala del máximo tribunal, le concedió el beneficio de la libertad condicional para Alex Ambler Hinojosa, otro de los carabineros condenados por el asesinato ocurrido en 1985 Villa Francia.1

Posteriormente sería el turno de Manuel Vergara, padre de los hermano Vergara Toledo, quien sin redundar, manifestó al público asistente su esperanza en la juventud para mantener la lucha y transformar la sociedad. Para él los pobres no creen en votos, pues la vida les ha asegurado que no produce más que reformas cosméticas. Haría también un llamado a no preocuparse de defender sólo el hogar y ocuparse únicamente de la familia, sino en cambio, esmerarse en hacerlo por toda la comunidad vecina.

En una reciente entrevista concedida al periódico El Ciudadano, el matrimonio da cuenta como habría arribado a la Población José Cardán en 1962, lugar en el cual seis años más tarde, frente a ellos se comenzaría a levantar lo que hoy se conoce cómo la Villa Francia. En relación a esto, Luisa recordaría “Era una toma. No tenían luz ni agua. Nosotros les pasamos y desde entonces empezamos a ir con los chiquillos a conocer a la gente que llegaba, y de ahí nunca más nos alejamos. Veníamos prácticamente solo a dormir a la casa”. También cuenta “Nosotros, conscientemente, conversamos de criar a los niños de forma diferente, respetarlos como personas, y entonces fueron criados así, con algunos límites, pero libres desde chicos”. “Se criaron en un ambiente democrático. Yo siempre he dicho que en el hogar tiene que haber una democracia, para que los niños tengan una visión de cómo puede ser la relación entre las personas en la sociedad”, añadió Manuel.

Para El Ciudadano, sería la consciencia de los Vergara Toledo lo que les habría permitido moverse en bloque, como un clan, lo que marcó para siempre a Pablo, Eduardo y Rafael, los tres hijos hombres de la familia y quienes vivieron en carne propia la crueldad de la dictadura. Más tarde habría nacido Ana, quien sería la tercera en exponer durante la actividad.

Ella se referiría a la condición actual de Tamara Sol, su hija, y de la realidad carcelaria que ésta ha debido enfrentar desde hace más de tres años luego de haberle disparado al guardia que le quitó la vida a Sebastián Oversluij durante un frustrado asalto a un banco en el año 2013. Ninguna de las dos separa las razones de encarcelamiento entre razones políticas y la simple violación de una ley. Para ambas la cárcel es en sí política. De esta forma relataría el hostigamiento que Tamara ha enfrentado tanto en la cárcel de mujeres de San Joaquín donde sería catalogada como “líder negativa” por Gendarmería  como en la cárcel de mujeres de Valparaíso, en donde habría sido trasladada desde hace algunos meses. Es ahí donde Tamara recién podría comenzar a trabajar, desenvolviéndose en su oficio de quiromasojista, lo cual en ciertos aspectos le serviría para mitigar la prisión.

La jornada sería cerrada con la presentación de Shesho, rapero de la Población Santa Laura (Quilicura), quien con más de tres años de trayectoria presentó canciones tales como “Carta a la familia”, “Mundo ficticio”, “Mi pai$” y “Para algunos”, último tema en donde sería acompañado por su hermano, Pablo, también rapero, quien está pronto a sacar un EP. El dúo de hermanos estará en el Bar Raíces durante el próximo domingo, en una actividad a beneficio de Marcelo Villarroel.

Para los organizadores del “Acto por la Memoria Rebelde y la Juventud Combativa” la historia no es pasado, sino también presente y principalmente futuro. Es a fin de cuentas, constante proyección, o dicho en sus propios términos, la construcción social de la realidad futura.

A modo de cierre, estos señalarían:

El 29 de marzo es más que una cifra roja en la prensa, más que los fuegos artificiales que iluminan las cajas espectaculares en este Chile de papel; es la suma de hombres y mujeres que transitan libres por una ciudad que también les pertenece y la hacen suya. Por sobre el tiempo, sobre el consumo, sobre el miedo al otro. Al fin y al cabo vivimos en tanto cambiamos constantemente lo que somos, cuestión que en el actual proceso de lucha hace que sólo muera quien es olvidado.


En relación al origen y carácter de la conmemoración

En el artículo “El origen e historia del 29 de marzo, Día del Joven Combatiente” la Radio Villa Francia, señala que el origen del “día del joven combatiente” nace de una decisión política del MIR para rescatar la caída en combate de sus jóvenes militantes (Eduardo y Rafael Vergara Toledo, Paulina Aguirre y Mauricio Maigret) y la de todos los jóvenes de diferentes organizaciones revolucionarias que a pesar de su corta edad decidieron enfrentar a la dictadura y entregarse por completo a la defensa de su Pueblo. Pronto la fecha encontró los saludos de solidaridad y fraternidad de otras organizaciones políticas como el FPMR y el MJL, quienes, al igual que el MIR, en su lucha contra la Dictadura y su legado, perdieron a varios jóvenes pertenecientes a sus filas. De este modo el “Día del joven combatiente”, pasó a convertirse en un ritual de lucha y de unidad revolucionaria en donde se ponían en práctica la resistencia: “Evitar que la represión entrara a la población y al sector y demostrar autonomía y el ejercicio del poder popular”.3

Durante el 29 y 30 de marzo de 1985 también serían ejecutados Manuel Guerrero, José Parada y Santiago Nattino, todos militantes del PC, en el denominado "Caso Degollados". 

Según el periódico El Desconcierto, a mediados de los 80’ ya habrían sido asesinados unos 115 menores de edad por la Dictadura. A fines del régimen, los menores de dieciocho años asesinados sumaron 276, según el Informe Rettig4.

Como también señala la Radio Villa Francia, ninguno de los cuatro jóvenes originalmente conmemorados, a los que tristemente con los años se han sumado otros, no lucharon ni dieron su vida porque sí, más bien, entregaron todo por un proyecto, por una sociedad que buscaron hasta el último aliento. Y no fue únicamente la lucha frontal contra el sistema dictatorial el cual lograron, en parte, terminar, sino también por la construcción de una sociedad sin clases y donde no se permita la explotación ni opresión de ninguno por sobre otro.5

Poco tiempo antes de ser acribillada, Paulina Aguirre dejaría entre otros el siguiente poema:

Cuando el dolor, la sangre,
El odio y la muerte son necesarios
Miles de manos se tienden para tomar las armas
Acuérdense ustedes de mí

20 mar 2017

Trajín en la Población San Martín

Por Ignacio Andrés
América Leatina desde Abajo


En enero de este año el Colectivo Trajín realizó diversos talleres infantiles en la Población San Martín, Recoleta. Entre éstos se encontraron el de Cine y teatro, Construcción Natural, Danza, Huerto, Mapuzungún, Muralismo, Rap, Zancos y Circo, los cuales fueron llevados a cabo  principalmente entre la cancha y plaza de la calle Rawson.

Se trató de un enorme esfuerzo por parte de dicha organización, cuyos orígenes se remontan al 2016, en donde desarrolló ciclos de cine, una biblioteca itinerante y completadas, estas últimas a modo de autogestión para los posteriores talleres de enero, siendo la mayoría de sus integrantes de la misma Población o sus alrededores.

Para Trajín el principal interés es potenciar el vínculo comunitario, compartir y aprender de los saberes populares, fortaleciendo también los lazos afectivos en una sociedad que cada vez parece perderlos más, o inclusive, estar en contra de ellos. Tarea nada fácil que le da el nombre al colectivo, pues el término “trajín”, originario de Latinoamérica, hace referencia a la actividad que lleva mucho trabajo o del mismo modo, un movimiento considerable.

Tales atributos resaltaron durante la realización de los talleres en la Población San Martín, siendo esto un fiel reflejo del carácter cosmopolita de Recoleta. No se puede desconocer que esta es la segunda comuna de Santiago que concentra la mayor cantidad de población migrante, con alrededor de casi veinte mil personas de otra nacionalidad. De esta forma fueron múltiples las jergas, acentos, cosmovisiones y formas de proceder expresadas entre niñas y niños, sin discriminación ni frontera alguna, quedando así demostrado como la única patria es la infancia, como señaló alguna vez el poeta Rainer Maria Rilke.

De esta forma es cómo conseguiría diversos materiales para la realización por cuenta propia. Aunque de esta autogestión también fue parte el mismo barrio, cada vez que compró una pizza, completo, rifa o se aportó con algún material o propuesta propia. No fueron pocas las vecinas que aportaron con comida, materiales, ideas, con sonrisas y diversas muestras de afecto. Por ello se enfatiza que fue la propia comunidad la que bastó para realizar un bien para sí misma. Y lo hizo de manera autónoma. Sin Estado, municipalidad o concejales.

Tras una larga jornada, el 29 de enero se efectuó el cierre de los talleres. Los preparativos comenzaron temprano, de modo que a mediodía la olla común estuvo lista, siendo ésta acompañada por una feria libre en la misma cancha en donde se compartió el almuerzo. Posteriormente se desarrolló el pasacalle en donde el taller de Danza se hizo presente, que se haría de un momento para pasar por la plaza en donde se habló del proceso del taller de Muralismo junto a su mural resultante. Luego se regresó a la cancha, en donde se presentó la película realizada en el taller de Teatro y Cine, para que finalmente, ya entrada la noche, se hiciese entrega de un regalo a quienes de distinta forma participaron de la experiencia y se dieran las emotivas palabras de despedida.

Era cuestión de sólo observar las expresiones para tomar en cuenta de que nadie presente durante el cierre se encontraba inconforme o triste con la experiencia de enero. Todo lo contrario. Parecían intuir que más temprano que tarde se darían otra bienvenida. Quien sabe de qué forma. Quizás sea trajinando algo en la Población cómo se vuelvan a encontrar de nuevo.

Fotografía Colectivo Trajín

Fotografía Colectivo Trajín

Fotografía Colectivo Trajín

Fotografía Colectivo Trajín

Fotografía Colectivo Trajín

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Fotografía Colectivo Trajín

Fotografía Colectivo Trajín

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