El 5 de octubre
del 2016 se realizó el “Diálogo Callejero en la Escuela Pública Comunitaria”,
en el marco del lanzamiento de René
Zavaleta Mercado. Pensamiento crítico y marxismo abigarrado de Editorial
Quimantú. En dicho libro Hernán Ouviña y Diego Guiller compilan
diversos textos de pensadores latinoamericanos en relación con la obra de
Zavaleta.
Para la Editorial Quimantú, “el libro compilado por
nuestros compañeros argentinos, despliega un universo de conceptos y categorías
de análisis, que permiten reflexionar complejos problemas asociados al poder,
el Estado, lo nacional, lo popular, la dependencia y la democracia en América
Latina. Así, los conceptos de formación social abigarrada, ecuación social,
forma primordial, momento constitutivo, autodeterminación de las masas, entre
otros, van dando forma a un marxismo anti-dogmático y heterodoxo, todo lo cual,
nos permite asociarlo al desarrollo de un marxismo latinoamericano original,
entrelazado a la producción teórica y política del peruano José Carlos
Mariátegui”.1
Luego de haberse expuesto el carácter de la actividad, el
proyecto de dicho espacio y las condiciones del territorio en donde ésta se
desarrollaba, Thiago Manggini2 fue el primero en hablar, dando cuenta
de la dificultad en la unificación del movimiento popular brasileño, que a su
juicio se debía fundamentalmente a la poca claridad del enemigo, señalándolo
también a modo de autocrítica. Por otra parte hizo mención de la conformación
de los frentes Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo, por parte del Partido de los
Trabajadores (PT), en la dura coyuntura impuesta por el gobierno golpista de
Michel Temer.
El MST emitió un comunicado meses antes de la destitución
de Dilma Rousseff, manifestando su repudio e inconformismo en relación a la
decisión del Senado Federal al haberse admitido el proceso de juicio político
en contra de la ex presidenta. Para el Movimiento se trató de un golpe institucional y anti-democrático, que
no reconoció la voluntad de 54 millones de electores y que fue orquestado por
los sectores más conservadores de la sociedad, en especial el empresariado
neoliberal y subordinado a los intereses de las empresas estadounidenses. Además,
fue sustentado por una campaña permanente de los grandes medios de
comunicación, en especial la Red Globo, y por la acción selectiva y mediática
de sectores del poder judicial.
Luego fue el turno de Mabel Thwaites Rey3, para
quien la revancha de la derecha en la región es tanto una retribución hacia los
movimientos populares como un gran esfuerzo por reincorporar el perfil del
sujeto neoliberal en los más pobres, a través de la reintroducción de la
virulencia del consumo. Para la autora de La
autonomía como búsqueda, el estado como contradicción es necesario
revitalizar el movimiento desde su misma apuesta performática, entendiendo que
ni la izquierda radical ni la populista ha sido capaz de “realizar” la
revolución. Hoy, estando más proletarizados que nunca no debemos sino unirnos,
construyendo internacionalmente los movimientos y buscando encontrar aquello
que nos unifica, señaló.
El tercero en exponer fue Marco Raúl Mejía Jiménez4,
quien hizo mención de la más reciente catástrofe para aquel entonces en
Colombia: el triunfo del No en el Proceso de Paz. Para el educador popular,
además de culpar de esto a la alianza conservadora entre los expresidentes Álvaro
Uribe y Andrés Pastrana. El primero,
conocido mediáticamente como el máximo opositor a la paz en Colombia, y quien
bajo su mandato aumentaría exponencialmente los “falsos positivos” de la
guerra. El segundo, promotor del
paramilitarismo e impulsor del denominado Plan Colombia. El autor de Educaciones y pedagogías críticas desde el
sur también suma como como responsable a la iglesia católica, que realizó
toda una campaña de descrédito durante los diálogos de paz, protestando
particularmente en contra de las garantías del LGTBI en las negociaciones. En
barrios populares de Bogotá, donde la Iglesia posee gran influencia, ganó el
No. Dicho triunfo, en palabras de Marco Raúl, significó el recrudecimiento del
enfrentamiento de pobres contra pobres. Por esta razón urgiría agilizar la
construcción de frentes populares, ya no desde la perspectiva estalinizada de
antaño, sino a partir de lo cotidiano y común. Esto es, unidad desde la
diferencia humana, desde de la diversidad política y desde la desigualdad
social, subrayó.
La última exposición le correspondió a Hernán Ouviña5,
quien se referirió a los diez años de la creación del primer bachillerato popular
del Movimiento Popular La Dignidad. Comentó así lo fructífero de potenciar los procesos formativos en los territorios, aun
cuando todavía falte mucho en la construcción del sujeto autoconsciente si se
quiere impulsar un cambio concreto en la matriz productiva de la sociedad.
En el caso de América Latina, la tradición del
pensamiento crítico debe ser una brújula y no un itinerario a la hora de
construir movimientos sociales, permitiéndoles así hacerse cargo de sus antagonismos,
y de forma paralela, para no quedarse únicamente en el tratamiento de la
contradicción capital-trabajo. Siguiendo a Zavaleta, no se es un buen marxista
si no se es marxista.
El autor de Zapatismo
para principiantes realizó dos autocríticas a la izquierda. En primer lugar
a su fuerte encapsulamiento. De modo tal que si criticamos al socialismo en un
solo país, con mayor razón (y necesidad) debemos hacerlo con el denominado
“socialismo de barrio”. En segundo lugar a la reticencia crónica hacia el
Estado, cuestión que debe resolverse a través de una dialéctica entre la
construcción del poder propio y la reapropiación del poder oficial.
Por último, Ouviña también se refirió al sectarismo y
pragmatismo parlamentario. Para superar tales vicios es indispensable el relevo
generacional en la izquierda, de modo que se prescinda del referente imprescindible
—sea una organización o un individuo—, para que así cualquier proyecto
emancipatorio no se distorsione o desmiembre por el solo hecho de perder un
referente.
Al día siguiente, hubo un seminario en la Universidad de
Chile en donde también participaron los exponentes del “Diálogo Callejero”. En
esta ocasión Thiago aprovechó de recitar en portugués “Nós, latino-americanos”,
de Ferreira Gullar. Adjuntamos la traducción del mismo:
Nosotros, latinoamericanos
Somos todos hermanos
pero no porque tengamos
la misma mama y el mismo papa:
tenemos el mismo socio
que nos trae. Somos todos hermanos
no porque dividamos
el mismo techo y la misma mesa:
divisamos la misma espada
sobre nuestras cabezas.
Somos todos hermanos
no porque tengamos
el mismo brazo, el mismo apellido:
tenemos el mismo trayecto
de furia y hambre. Somos todos hermanos
no porque sea la misma sangre
que en el cuerpo llevamos:
lo que es igual es la forma
como la derramamos.
Por Ignacio Andrés
Pardo Vásquez
América Leatina
desde Abajo
Notas
1. Extraído de la presentación del libro René Zavaleta Mercado. Pensamiento crítico y marxismo abigarrado, Editorial Quimantú, 2016.
2. Thiago es miembro del Colectivo Nacional de Educación del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST). Es además licenciado en Historia, especialista em Educação de Jovens e Adultos, con maestría en educación, doctorando en «Educación, Filosofia e História da Educação» de la UNICAMP, e integrante del grupo de «Investigación Historia, Sociedad y Educación» en Brasil (HISTEDBR).
3. Mabel Thwaites Rey es Doctora por la Universidad de Buenos Aires. Es autora y co-autora de numerosas publicaciones en libros y revistas nacionales y extranjeras sobre temas vinculados a la problemática teórica del Estado, reforma estatal y privatizaciones en la Argentina y en América Latina. Ha publicado La autonomía como búsqueda, el estado como contradicción (2004), Entre tecnócratas globalizados y políticos clientelistas (2005) y Estado y marxismo: un siglo y medio de debates (2008), entre otros libros.
4. Marco Raúl Mejía Jiménez es un educador popular colombiano, seguidor y continuador de la tradición de las pedagogías críticas latinoamericanas y alumno de Paulo Freire. Es autor de Hacia otra escuela desde la educación popular (1987), Educación y escuela en el fin de siglo (1995) y Educaciones y pedagogías críticas desde el sur. Cartografías de la Educación Popular (2011), entre otros libros.
5. Hernán Ouviña es politólogo, Doctor en Ciencias Sociales y educador popular argentino. Es autor de Zapatismo para principiantes (2007) y coautor de Gramsci y la Educación. Pedagogía de la praxis y políticas culturales en América Latina (2011) Gramsci y la educación. Pedagogía de la praxis y políticas culturales en América Latina (2011).